lunes, 20 de diciembre de 2010

ATAQUE DE PÁNICO

Muchas personas sufren, en forma repentina, de una verdadera crisis de angustia, con sensación de terror y de catástrofe inminente.Es un ataque de pánico.

Durante esos minutos (rara vez se prolonga por más de una hora) suelen presentarse síntomas como taquicardia, dolor en el pecho, respiración rápida y corta, sensación de ahogo, de inestabilidad, de irrealidad. También hay oleadas de calor y frío, transpiración profusa, y miedo de morirse o de perder la razón.

Se calcula que este problema lo sufre un 5 por ciento de la población general y casi el 14 por ciento de los pacientes cardíacos. Es más frecuente en las mujeres y a menudo comienza al final de la adolescencia.

Una de las complicaciones más habituales es el desarrollo de un miedo anticipado: la persona teme perder el control durante esos ataques. Y como no sabe en qué momento surgirán, evita quedarse sola o salir a lugares públicos.

Cuando se presentan por lo menos tres ataques de pánico en un período de tres semanas, sin que haya esfuerzos físicos intensos o situaciones reales de amenaza para la vida, se estima que el problema debe ser tratado clínicamente ya que estamos en presencia de un desorden fóbico.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

¿Cuales son los problemas psicológicos más frecuentes?

Los problemas psicológicos consisten en comportamientos inadecuados que la persona emite en un entorno determinado, los cuales impiden a la persona adaptarse a dicho entorno. Cuando decimos que una persona presenta un problema no implica en absoluto que lo “tenga” como quien tiene una enfermedad o una lesión física, por ello el empleo del concepto de “enfermedad” y del modelo bio-médico en el ámbito de los trastornos psicológicos no es adecuado. En psicología un diagnóstico no supone que la persona deba recibir un tratamiento determinado que será el mismo para todas las personas que presenten dicho trastorno. Que una persona padezca, por ejemplo, depresión no nos dice nada acerca de por qué la está padeciendo ni de qué hay que hacer para resolver su problema. Lo importante es identificar la forma en que esa persona en concreto se está relacionando con el entorno en que se presenta el problema, es decir, su comportamiento.

El tratamiento de una “depresión” será muy diferente si la persona la padece a consecuencia de la pérdida de un ser querido, porque se percibe a sí misma incapacitada para llevar a cabo su trabajo o porque presenta dificultades para relacionarse con los demás. Cada problema es único y también lo es cada tratamiento. Podemos nombrar, como principales problemas psicológicos que afectan a la población los siguientes:

Trastorno depresivo:
o Es el trastorno psicológico más frecuente.
o Suele hacer mucho daño a la persona que lo sufre y a sus familiares.
o Supone importantes cambios en la manera de pensar, de sentir y de comportarse.
o Se caracteriza por:
- estado de ánimo deprimido
- pérdida del disfrute y del interés
- una forma de pensar negativa acerca de la propia persona, de los demás, del pasado y del futuro
- pensamientos recurrentes de muerte o ideación suicida
- se dejan de realizar actividades placenteras y/o obligatorias

Trastorno bipolar:
o Se caracteriza por estados de ánimo cambiantes entre dos polos opuestos, alternándose períodos maníacos (excesiva euforia) y depresivos.
o Es un trastorno biomédico.
o Requiere tratamiento psicofarmacológico.

Hipocondría:
o Se trata de un miedo irracional y convicción de padecer una grave enfermedad que no ha podido ser diagnosticada por los médicos.
o Suelen autoobservarse y quejarse con frecuencia.
o Visitan a menudo a médicos y acuden a los servicios de urgencias.
o Se muestran muy preocupados por su salud.

Trastornos del sueño:
o Cuando los problemas de sueño se producen con frecuencia y de manera persistente, pueden repercutir de manera negativa en nuestra vida, tanto en el descanso como en el funcionamiento cotidiano.
o Con el tratamiento psicológico de estos problemas, se pretende mejorar tanto la calidad como la cantidad de sueño.
o Puede aparece junto a otro problema más grave como la depresión o algún trastornos de ansiedad, en cuyo caso, la intervención normalmente comienza por resolver el problema de sueño, ya que así se consigue una mejoría rápida y se facilita la intervención sobre otros tipos de problemas relacionados.

Adicciones:
o Cuando se habla de drogodependencia, hablamos de un consumo periódico de una sustancia. Este consumo se caracteriza por:
- Un deseo dominante para continuar tomando dicha droga y obtenerla por cualquier medio.
- Tendencia a aumentar la dosis.
- Se produce una dependencia física y generalmente psíquica, apareciendo síndrome de abstinencia cuando se retira el consumo.
- Tiene efectos negativos para la persona que consume la droga y para su entorno.
o Sin embargo, también podemos referirnos a las llamadas “adicciones sin drogas”, en las que no existen sustancias cuya química esté directamente relacionada con el abuso y dependencia. Una adicción sin sustancias prototípica en nuestra cultura es el juego patológico, caracterizado por una incapacidad reconocida para resistir el impulso de jugar, además del incremento de tensión previa al momento del juego, seguido del alivio y placer asociados una vez la persona comienza a jugar.

Baja autoestima:
o La autoestima está muy relacionada con la satisfacción que una persona tiene con respecto a sí misma y a su vida.
o Una persona con baja autoestima difícilmente se sentirá satisfecha y se sentirá incapaz de conseguir aquellos objetivos que la llevarían a sentirse a gusto con ella misma. Este trastorno suele manifestarse por:
- autocrítica constante de la persona a sí misma.
- autoevaluaciones negativas.
- culpa.
- sentimientos de inferioridad.
- predicciones de fracaso.
- alta frustración ante errores.
- inseguridad ante situaciones cotidianas y en las relaciones interpersonales.
- poca o ninguna autoafirmación ante los demás

lunes, 29 de noviembre de 2010

Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT)

Esta terapia se basa en la teoría de los marcos relacionales que incorpora los avances sobre el estudio del lenguaje, que ha demostrado que somos capaces de establecer relaciones arbitrarias entre diferentes estímulos, por ejemplo, entre A y B y entre B y C. Aparecen entonces otras relaciones no entrenadas, implícitas entre A y C (combinatorial entailment), entre C y A y entre B y A (mutual entailment). Además, aparece una transformación de funciones, de forma que la persona reacciona de forma similar ante todos ellos (A, B, y C), es decir, todos ellos cobran la misma función.

Este tipo de condicionamiento, parece que se da solamente cuando existe el lenguaje. En consecuencia, cuando se condiciona una palabra a un objeto, las reacciones que se habían condicionado al objeto se dan ante la palabra. Es decir, igual que un objeto nos evoca la palabra que lo nombra socialmente, la misma palabra nos evoca reacciones internas similares a las que provoca el objeto original. (Hayes, Barnes-Holmes, y Roche, 2001).

La relación de equivalencia de Sidman es solamente un ejemplo de cómo los seres humanos nos condicionamos a las relaciones entre estímulos. También somos capaces de condicionarnos a otros tipos muy diferentes de relaciones. Veamos un ejemplo en la relación de orden, que determina que un objeto va antes que otro, y reaccionamos ante ellos de acuerdo con el orden establecido. Las relaciones que establecemos son arbitrarias en el sentido de no estar circunscritas a las propiedades físicas de los objetos, sino que son establecidas por los usos y experiencias sociales, es decir, son dependientes del contexto social. Así, solemos comer antes los entremeses que el postre, en un determinado contexto social. Las relaciones que somos capaces de establecer los humanos son incontables.(Hayes, Barnes-Holmes, y Roche, 2001). Un marco relacional surge cuando se da un condicionamiento a una relación arbitraria que tiene las propiedades de implicación mutua, implicación combinatoria y transformación de funciones.

La terapia de aceptación y compromiso se encuadra dentro del conductismo radical, que considera las cogniciones como conductas y, como tales, sujetas a las mismas leyes que cualquier otro comportamiento. De forma que lo importante para ella no es el contenido de los pensamientos, sino la función que tienen en el contexto en el que se dan. Por eso, apenas emplea la reestructuración cognitiva, porque su intención principal no se dirige a cambiar el contenido de los pensamientos, sino que modifica la función que tienen (Hayes, Strosahl, y Wilson, 1999; Wilson y Luciano, 2002).

Parte de una teoría de la psicopatología que considera como elemento fundamental de la salud la flexibilidad psicológica. La patología surge cuando se limita dicha flexibilidad. Son fuentes de rigidez psicológica: la evitación experiencial, no vivir el presente, la falta de claridad y de compromiso con los propios valores, no vivir el yo como contexto y la fusión cognitiva, que consiste en vivir de acuerdo a como nos dicen nuestro pensamientos, sentimientos, emociones y sensaciones en lugar de contrastar nuestra experiencia con la realidad (Hayes et al. 2004).

Dentro de las figuras psicopatológicas consideradas por la terapia de aceptación y compromiso, destaca el trastorno por evitación experiencial, que consiste en evitar los pensamientos, sentimientos, emociones y sensaciones que nos resultan desagradables, pero de forma destructiva, es decir, sin tener en cuenta las consecuencias a largo plazo de las evitaciones. Los sujetos con trastorno por evitación experiencial intentan controlar los sucesos internos y descontrolan la propia vida (Hayes et al 1999; Wilson y Luciano, 2002).

El objetivo de la terapia de aceptación y compromiso es eliminar la rigidez psicológica para lo que emplea algunos procedimientos básicos como la aceptación, estar en el presente, el desarrollo y el compromiso con los valores propios, el descubrimiento del yo como contexto y la desactivación del pensamiento (cognitive defusion). Estos procedimientos están totalmente relacionados, de tal manera que si se aplica la desactivación del pensamiento, se está presente y se aceptan los pensamientos, sentimientos, emociones y sensaciones, descubriendo y viviendo el yo como contexto, etc. (Hayes et al, 2004). La aplicación de estos procedimientos se realiza siguiendo una agenda terapéutica, que no es un procedimiento rígido, sino más bien una guía tentativa que se ha de adaptar a cada paciente y a cada problema (Hayes, et al, 1999).

Una vez realizada la evaluación que incluye el análisis funcional, se tienen que fijar los objetivos terapéuticos. En el caso de la terapia de aceptación y compromiso, se trata de determinar cuales son los valores del paciente y su compromiso con ellos, porque posiblemente esté centrando toda su vida en la solución de su problema, abandonando las cosas más importantes o aplazándolas para cuando lo resuelva, lo que habrá dado lugar a la aparición del trastorno por evitación experiencial. El objetivo de la terapia será llevar a cabo el compromiso del paciente con sus valores y enfrentar su problema desde esa perspectiva y no solamente acabar con el sufrimiento que le trae a consulta.

La terapia de aceptación y compromiso nos avisa de que el paciente llega a la terapia con una idea de cómo resolver su problema y quiere que el terapeuta le ayude a ir en la misma dirección porque en realidad no ve otra salida. Pero hay que enseñarle que no es por ese camino por donde va a lograr superarlo, tiene que cambiar de planes. Poniendo el ejemplo de un paciente que esté enganchado en el análisis de la situación, realizando grandes esfuerzos para lograr conocer las causas últimas de su problema antes de actuar, vendrá con la petición de que se le ayude a entender las últimas causas de su malestar, en lugar de aceptar lo que le pasa y vivir su experiencias internas mientras pone en marcha sus valores.

La técnica de la desesperanza creativa de la terapia de aceptación y compromiso (Hayes, et al, 1999; Wilson y Luciano, 2002) es un procedimiento adecuado para hacer ver al paciente que los métodos que está aplicando no son eficaces y que tiene que abrir su mente a otras alternativas, se trata de hacerle comprender que los intentos de control no son la solución, sino el problema.Una vez puestos en cuestión los planes del paciente, se está en disposición de aplicar los procedimientos de la terapia de aceptación y compromiso.

La aceptación es el proceso que da nombre a la terapia y consiste en abrirse a la experiencia de los pensamientos, sentimientos, emociones y sensaciones sin hacer nada para que desaparezcan (Hayes, et al, 2004). En la exposición a los estímulos temidos es necesaria la aceptación, nos se pretende ni se buscan la extinción ni la habituación, aunque seguramente se llegarán a dar. La aceptación no es pasiva, sino que abrirse al sufrimiento en la persecución de los valores y objetivos que se puedan activar en presencia del estímulo temido. El compromiso con los valores genera el deseo y la determinación para actuar (willingness) que permite exponerse al estímulo temido sin dar conductas de evitación.

Uno de las misiones más importantes de esta terapia reside en el desarme del pensamiento (cognitive defusion) (Luoma y Hayes, 2003) que profundiza la distancia con los propios pensamientos; que ya Beck planteaba como necesaria para poder realizar la terapia cognitiva y que consiste en considerar los pensamientos como hipótesis y no como verdades absolutas. “El desarme cognitivo implica un cambio en el uso normal del lenguaje y las cogniciones de tal manera que el proceso de pensamiento se hace más evidente y las funciones de los productos de pensamientos se amplían” (Luoma y Hayes, 2003).

viernes, 12 de noviembre de 2010

DEJAR EL HÁBITO DE FUMAR

Mucho se ha escrito sobre el mal hábito de fumar y las repercusiones sobre la salud del fumador y de quienes le rodean. También se han propuesto múltiples técnicas terapéuticas que incluyen fármacos, parches de nicotina, gomas de mascar con esa sustancia, psicoterapias de los más diversos tipos, individuales y en grupos, etc. En esta oportunidad no voy a referirme a ninguna de ellas en específico, sino daré algunos consejos que pudieran ser de utilidad para quienes padecen una habituación nicotínica o tabaquismo, como se le conoce en la literatura científica:

1. Debe darse cuenta de que padece tabaquismo, pues muchas personas consideran que fuman porque les gusta, porque no les hace daño, porque les calma los nervios, porque les quita el apetito y no los hace engordar, y un largo etcétera, capaz de incluir las más disímiles justificaciones, lo cual es común a todas las habituaciones. Y estas justificaciones son autoengaños. Usted tiene un problema de salud ni más ni menos.

2. Dese cuenta de su autodestrucción, de su “espíritu suicida a largo plazo”, al fumar su salud se daña y le produce, antes que cáncer, una serie de molestias a nivel de la boca, el aparato respiratorio, el corazón, las arterias, el estómago, los órganos sexuales, los nervios periféricos, en fin, en todo el cuerpo, lo cual disminuye su calidad de vida.

3. No piense todo el tiempo que se propondrá dejar de fumar. Muchas personas dicen: “No voy a fumar más”. Eso es funesto, pues quien dice tal cosa comenzará a boicotear su decisión con reflexiones como: “¿Tú sabes lo que significa que más nunca pueda fumarme un cigarrito?” “¿Y cuándo me tome un buchito de café?” “¿Y cuándo me tome un trago?”. Y otras similares que irán minando la decisión tomada a tan largo plazo. Esta expresión es un error, suprímala. 

4. Es necesario tener deseos reales de abandonar ese mal hábito. Si no está preparado para dejar de fumar es preferible que no lo intente, pues de hacerlo sin estar en realidad decidido, volverá a fumar y esa “recaída” le servirá de justificación sobre lo difícil que resulta “dejar el vicio”, porque lo intentó y no lo logró. Eso reforzará su adicción.
Pero además, ese aparente fracaso le dará un sentimiento de ineficacia, de no tener voluntad que será reforzado por quienes le rodean y le hará incrementar el consumo de cigarrillos.

5. Una vez decidido, prepárese psicológicamente para sentirse mal, para sentirse irritable, somnoliento, intranquilo, con deseos de fumar muy intensos, que son los síntomas del llamado Síndrome de Supresión, siempre presentes con mayor o menor intensidad cuando se suspende de pronto un tóxico al cual se está habituado. Pero también es necesario saber que esos malestares, al igual que el deseo de fumar, pasan. Son intensos, pero pasajeros. Continúe manteniendo su decisión, a pesar de ellos; y ese mal rato pasará y habrá ganado una batalla más en su lucha.

6. Si fuma sólo satisface el deseo momentáneo de quitarse el malestar que le está ocasionando no hacerlo, pero mientras más tiempo lo haga, mayores serán los malestares cuando se decida a dejarlo. Es común a cualquier habituación que los síntomas de supresión sean más intensos mientras mayor sea el transcurso en contacto con el tóxico y si se incrementa su cantidad.

7. Si satisface ese deseo momentáneo estará posponiendo la toma de su decisión más sensata, dejar de fumar, que favorecerá su salud y la de los suyos.

8. Piense en no fumar hoy. A usted no le debe interesar mañana, pues esa fecha nunca llegará. Mañana será hoy. Su vida está formada por muchos hoy y ningún mañana.
Antiguamente se podía leer en algún establecimiento: “Hoy no fío, mañana sí”. Y mañana encontraba el mismo cartel con el mismo mensaje, porque ese mañana en el que se fiaba no llegaba nunca. Siempre era hoy. Este consejo tiene mucho que ver con esa frase. La única diferencia es que evitamos hacer referencia al mañana. A eso se denomina abstinencia de veinticuatro horas en el tratamiento del alcoholismo, otra habituación patológica.

9. No baje la guardia y mantenga al enemigo (el cigarro) lejos de usted. Por tanto, con los enemigos no se “coquetea”. Desaparezca los ceniceros, bote las colillas, deshágase de las cajetillas que todo fumador guarda, evite los lugares donde se fuma y a los fumadores aunque sean sus amigos o familiares. Si ellos están en la sala, usted se va para el patio. 

10. Aprenda a decir NO, pues como fumador que es, le brindarán cigarros y esa debe ser su respuesta, sin dar muchas explicaciones, no está obligado a ello.

11. Lea sobre técnicas para dejar de fumar que complementarán su decisión y le harán sentir más seguro.

12. Debe autoestimularse, autopremiarse por lo logrado. Se puede comprar algún regalo con el dinero ahorrado por su decisión de dejar el mal hábito.

13. Ayude a otros a dejar de fumar, ínstelos a, igual que lo ha hecho usted, enfrentar la vida sin cigarros.

14. Evalúe sus progresos en salud (respira mejor, no tose en las mañanas, es sexualmente más capaz, no tiene dolor en las piernas, ni peste a cigarros en el aliento, ni quemaduras en las ropas, ni manchas de nicotina en manos y dientes, etc.).

15. Disfrute de los comentarios favorables de sus familiares y amigos sobre usted, su nueva imagen, su voluntad por vencer su habituación, su capacidad para tomar una decisión a tiempo, y otros muchos halagos que le harán.

Recuerde: si hay una cosa útil que usted puede hacer es dejar de fumar.

jueves, 28 de octubre de 2010

Memoria: ejercicios para mantenerla en forma

Al igual que los músculos, las habilidades cognitivas pueden ejercitarse para evitar el normal deterioro asociado al paso de los años ¿Dónde está mi agenda?, ¿cerré la llave del gas?, ¿a quién tenía que llamar? Los olvidos cotidianos parecen inevitables y muchas personas se resignan a padecerlos. Pero estudios recientes demuestran que la pérdida de la memoria no forma parte del normal envejecimiento. ¿Se puede mantener la memoria en buen estado durante toda la vida? Sí, se puede entrenar la mente para mantenerla en forma.

No obstante, en los adultos mayores, perder la memoria puede deberse más a dejar de tener una vida laboral, aislarse y carecer de motivación que al envejecimiento en sí mismo. Distintos estudios que compararon el rendimiento intelectual de jóvenes universitarios y personas sanas de la tercera edad muestran que obtienen similares resultados dado que los mayores compensan su menor velocidad mental con un mayor cúmulo de conocimientos previos.

¿Qué tipo de ejercicios? Aquí va una pequeña lista:
1.Mire una película y explique la trama a quien no la haya visto.
2.Haga las cuentas mentalmente en el supermercado y luego compárelas con el resultado al pagar.
3.Lave sus dientes con la mano no dominante.
4.Cuando atiende el teléfono trate de reconocer al que llama antes de que se identifique. Luego intente memorizarlo. Al final del día escriba el nombre de todas las personas que llamaron.
5.Cuando entre en un cuarto lleno de gente trate de estimar rápidamente cuántas personas hay a su derecha y cuántas a su izquierda.
6.Cuando cene en un restaurante o en casa de un amigo, trate de identificar los ingredientes utilizados en el plato que está comiendo. Concéntrese en los sabores sutiles. Luego verifique sus percepciones con el mozo o con su amigo.

lunes, 18 de octubre de 2010

¿Cómo Reforzar Tu Autoestima?

Lo fundamental que debes hacer para reforzar y/o aumentar tu autoestima es "Aprender a Quererte a ti mismo".
A continuación te doy algunos consejos para lograrlo:
1.Comienza por aceptarte tal como eres, en lugar de querer ser lo que otros quieren que tú seas.
2.Identifica cuales son tus valores. Esta será la base para tu autoconocimiento, basado en esto podrás realizar la reingeniería de tu vida. Haz un listado de todos tus valores que te guían, y desecha aquellos que te frenen.
3.Cambia tu punto de referencia sobre los hechos de tu pasado. Muchas veces vivimos atormentándonos con hechos del pasado que nos causaron algún dolor. Cambiando tu punto de referencia, cambiará tu punto de vista. Si eres capaz de cambiar tu punto de vista, no podrás cambiar tu pasado, pero si la interpretación que tienes de él.
4.Cultiva tus Fortalezas, en vez de concentrarte en tus debilidades y te sorprenderá el poder que tienes para crear tu realidad. La mejor manera de liberarte de tus defectos es aumentar tus cualidades, ya que los defectos se diluirán en ella.
5.Está atento al lenguaje que empleas, siempre utiliza habla en positivo, reafirmando las fortalezas que ya tienes e incorporando a tu personalidad atributos que desees tener.
6.Libérate de rencores. El rencor es una carga muy pesada, que te hace infeliz y te impide avanzar, por lo que desde hoy en adelante hazte la firme meta de perdonar y olvidar todas las ofensas que has recibido.
7.Aprende a decir SI, cuando quieras decir Si y NO cuando quieras decir NO. Ya que cada vez que dices Si cuando quieres decir No, muere una parte de ti.
8.Cultiva el habito de tener confianza en ti mismo, ten confianza en tus propias opiniones, hazlo de una forma positiva y realista, sin creerte lo mejor, pero pudiendo serlo.
9.Haz cosas que no se te den bien, pero que te diviertan. Para romper los esquemas de conducta perfeccionista, ayuda realizar tareas en las que no importa el resultado. Dedicarse, por ejemplo, a cantar o dibujar acaba con la ansiedad y la necesidad de hacerlo todo bien.
10.Cultiva tu sentido del humor, y no le des importancia a las cosas que no las tienen. No todo el mundo está pendiente de ti y, la mayoría de las veces, aquello que nos parece importante no tiene relevancia para el resto. Reírse de las cosas es muy saludable.
11.No te evalúes por una actuación determinada. Es importante saber separar los hechos del valor que tenemos como seres humanos. Cualquiera tiene derecho a equivocarse. Por ejemplo, hacer el ridículo en una fiesta no tiene nada que ver con nuestra valía personal.
12.No huyas de las responsabilidades, acéptalas como un reto. Toma decisiones como un ejercicio de entrenamiento y, si algo sale mal, ten el coraje de volver a intentarlo. Nadie esta libre de equivocarse y, si se cierra una puerta, se abrirá otra.
13.Prémiate por tus logros, márcate pequeños objetivos y hazte un regalo por haberlos conseguido. Esta técnica te enseñará a valorar tus triunfos y a alegrarte por ellos.
14.Ejercita tu cuerpo, practica tu deporte favorito o simplemente realiza una caminata 30 minutos diarios. Parte de la filosofía de tener una mente sana es tener un cuerpo sano.

miércoles, 13 de octubre de 2010

TERAPIA DE PAREJA: ¿CÓMO PREDECIR EL DIVORCIO?

Hay 7 señales que son claves o vitales a la hora de predecir, con muy alto porcentaje, si un matrimonio vá a acabar en fracaso (divorcio) o no. Lejos de entrar en un pesimismo exarcebado, estas señales nos deben servir para poner en alertar la relación, y ser capaz de retomarla en aquel punto en el que el matrimonio era feliz; podríamos decir que la clave para reanimar un matrimonio no reside en cómo manejamos las discusiones, sino en cómo se comporta un cónyuge con el otro cuando no están discutiendo.

•PRIMERA SEÑAL: Planteamientos violentos
•SEGUNDA SEÑAL: Los cuatro jinetes; habitualmente estos 4 jinetes cabalgan en el corazón de un matrimonio en el siguiente orden: crítica, desprecio, actitud defensiva y actitud evasiva.
•TERCERA SEÑAL: Sentirse abrumado
•CUARTA SEÑAL: El lenguaje del cuerpo
•QUINTA SEÑAL: Intentos de desagravio fracasados
•SEXTA SEÑAL: Malos recuerdos

jueves, 7 de octubre de 2010

Este 7 de octubre se celebra el Día Europeo de la Depresión

Se trata de una iniciativa de la European Depresión Association, asociación internacional con representantes de distintos países.

El lema de este año es “La depresión no conoce fronteras”, con la idea de sensibilizar sobre esta enfermedad que, según la Organización Mundial de la Salud, en el año 2020 será la principal causa de discapacidad en todo el mundo, sólo superada por las enfermedades cardiovasculares.

Está dedicada a la atención integral de personas con depresión y ansiedad, se quiere contribuir a nivel local con los objetivos generales del proyecto entre los cuáles se puede destacar; el hecho de realizar un llamamiento a la población europea sobre la necesidad de una mayor sensibilización sobre esta patología, que cada vez resulta más prevalente, e instar a los estamentos políticos, sanitarios y sociales a que promuevan acciones encaminadas a proporcionar los recursos necesarios para poder afrontar y mejorar el abordaje de esta enfermedad.

lunes, 4 de octubre de 2010

Afrontar la crisis sin caer en la depresión

Para evitar que la crisis económica que estamos viviendo en el mundo llegue a afectarnos hasta el extremo de que terminemos cayendo en una depresión, es importante seguir unos sencillos consejos, para que la ansiedad o los estados de estrés, consecuencia de la crisis que nos ha tocado vivir, no nos superen y nos veamos desbordados a la hora de plantearnos soluciones para nuestra situación personal.

Los consejos, además de en el sentido común y los conocimientos de los expertos, se basan sobre todo en la iniciativa. No está en nuestras manos arreglar la situación económica (de hecho, al ser situaciones que las personas no hemos generado, muchas veces no estamos preparados para enfrentarnos a ellas), pero sí podemos mejorar nuestro caso personal haciendo todo lo que esté en nuestra mano.

Debemos establecer una reevaluación positiva de nuestro caso: la situación nos servirá en el futuro para aprender de la experiencia, así que tendremos que examinar a fondo nuestro comportamiento y tomar buena nota de los resultados del examen. También es util buscar en el pasado para intentar encontrar soluciones que en otras ocasiones críticas nos sirvieron.

El apoyo social y familiar es fundamental. Y no sólo económico (que en muchos casos es indispensable), sino también moral. Es importante saber pedir ayuda y consejos a los amigos y los familiares.

Hay que olvidarse un poco de buscar nuestra felicidad únicamente en momentos puntuales, como por ejemplo las vacaciones, y de ahorrar de forma compulsiva para gastarnos todo en quince días o un mes. Es mucho mejor para nuestra mente distribuir nuestro ocio en actividades habituales y periódicas. Y recordemos que siempre hay cosas accesibles, baratas e incluso gratuitas que nos pueden llenar de placer: el campo, la playa, los amigos, los hijos…

Y por supuesto, nunca hay que olvidarse de seguir un estilo de vida sano. La alimentación debe ser lo más saludable posible; los atracones de grasas o la ingesta de alcohol parecen solucionar las cosas en el momento, pero sus consecuencias son funestas. La dieta mediterránea y el ejercicio físico harán milagros por nuestro cuerpo y nuestra salud mental.

sábado, 25 de septiembre de 2010

El optimimsmo ayuda a estimular el sistema inmunológico,

Las psicólogas Suzanne Segerstor de la Universidad de Kentucky y Sandra Septhon de la Universidad de Louisville han estudiado la influencia del humor, el optimismo y pesimismo entre estudiantes de Derecho del primer curso.

La hipótesis a demostrar que una persona puede tener una respuesta inmunológica distinta según se sienta más o menos optimista. El optimismo sería un factor positivo para la salud.

Para realizar el estudio reclutaron a 124 estudiantes de Derecho de primer curso y les presentaron cinco cuestionarios, estos cuestionarios medían el índice de optimismo

Para probar su grado de inmunidad los estudiantes tenían una dosis de virus de paperas o de hongo cándida inyectada debajo de la piel del antebrazo. Estas pequeñas dosis inofensivas accionan una imunorespuesta celular, dando un tope en el sitio de la inyección, con ese resultado los investigadores pueden estimar la fuerza de la inmunorespuesta. Los resultados sugieren que el optimismo afecta a la inmunidad aumentando las emociones positivas. El siguiente paso según Suzanne Segerstor es buscar efectos similares en personas más mayores cuyos sistemas inmunes puedan estar más propensos a padecer infecciones.

Ya se ha visto que la tensión continuada, mal ambiente laboral o familiar pueden retrasar o promover enfermedades porque estas emociones afectan al sistema inmunológico.

Estas investigaciones abren nuevos horizontes de investigación. Tratamientos para mejorar el ánimo pueden influir también en que el organismo esté más resistente ante las infecciones.

Así las personas que sufren enfermedades también podrían tener como tratamientos de apoyo, técnicas que les ayuden a mejorar su humor para que su sistema inmunológico respondiera mejor a los fármacos del tratamiento que estén tomando.

lunes, 23 de agosto de 2010

Conceptualización Clínica Cognitiva Multinivel

El psicólogo clínico ha de contar con modelos que le permitan abordar a los pacientes a distintos niveles. La propuesta multinivel pretende afrontar al sujeto desde distintos Niveles:

- NIVEL I: lo que el sujeto hace.
- NIVEL II: el sistema de procesamiento de la información del mismo, en relación a la psicopatología presentada.
- NIVEL III: la visión del mundo del paciente.
- Variables biológicas significativas
- La historia del problema y la historia personal

Con esta perspectiva cognitiva, el psicólogo clínico consigue tener una estructura dinámica del paciente, centrada no sólo en su patología, sino también en la salud.