martes, 31 de marzo de 2015

Cómo afecta el estrés en el rendimiento deportivo, laboral, personal......¿Qué le pasa a Rafa Nadal?






El presente 2015 no está siendo de momento un año fácil para Rafael Nadal. Finalizado el primer trimestre del año, su balance es de 14 victorias por 5 derrotas, un título en arcilla (Buenos Aires) y varias eliminaciones tempraneras. Tras la última, encajada frente a Verdasco en Miami, el propio Nadal apuntó a problemas de orden psicológico.

"Me siento más cansado de lo normal, no tengo la confianza de que cuando golpeo la pelota la voy a mandar donde quiero. Pequeñas cosas que son difíciles de explicar. Una de las más difíciles, el juego, está arreglado. Ahora tengo que arreglar los nervios", dijo Nadal. "He sido capaz de controlar mis emociones durante el 90 o 95 por ciento de los partidos de mi carrera... Pero voy a arreglarlo, no sé si tardaré una semana, seis meses o un año, pero voy a hacerlo", prosiguió.

"No es una cuestión de tenis, es una cuestión de estar lo suficientemente relajado como para jugar bien en la cancha. Mi juego en general ha mejorado y más comparado con el realizado hace un mes y medio. Pero, al mismo tiempo, estoy jugando con demasiados nervios en los momentos importantes", resumió el ganador de 14 Grand Slams.

Vaya por delante que no me parece que Nadal atraviese una situación difícil. Simplemente debe afrontar una situación inédita para él por el descomunal éxito de su carrera deportiva. Pero no es menos verdad que ciertas derrotas crean cierta alarma entre sus aficionados y que el mismo lleva tiempo sembrando dudas. En la previa de Buenos Aires, donde sumó su título ATP número 65 y que le valió para superar a Borg o Sampras, se despachó con unas declaraciones inquietantes: "No sé si voy a volver a ser el mejor Nadal". Tiene dudas, probablemente porque su cuerpo se está quejando.

PATRICIA RAMÍREZ (Psicóloga Deportiva): “PARECE UN BLOQUEO POR EXCESO DE ACTIVACIÓN”

“Según sus propias declaraciones Nadal lo achaca todo a los nervios, el estrés, la ansiedad… La confianza, la tranquilidad y el estado óptimo para competir (que denominamos ‘AROUSAL’) es muy importante. Si uno está por encima de dicho nivel, es señal de que hay un bloqueo motivado por la tensión. Si se está por debajo, el problema es que el deportista tiene un exceso de relajación y le falta implicación”, explica la psicóloga deportiva Patricia Ramírez Loeffler.

“De sus palabras se deduce que probablemente Nadal atraviesa ahora un exceso de activación. Seguramente a causa de que los resultados que desea no están llegando. En su caso, que es un tenista tan trabajador y tan sumamente exitoso, se está enfrentando a algo a lo que no está demasiado acostumbrado. Eso le hace focalizarse más en el error, lo que incrementa los pensamientos negativos y la ansiedad”, continúa.

Para Patricia Ramírez “las soluciones deben pasar por tres vías: acudir a técnicas de relajación y de visualización (que ayudan a desactivar el sistema nerviosos simpático, responsable de desencadenar la respuesta en forma de ansiedad), una orientación clara hacia el disfrute (no pensar sólo en ganar sino centrarse en conseguir sensaciones positivas con independencia del resultado) y un proceso de reestructuración cognitiva. Éste último consiste en pensar únicamente en las cosas que dependen de uno mismo, elegir pensamientos que provoquen tranquilidad y que estén centrados en la tarea, en lugar de elegir pensamientos relacionados con el fracaso y las sensaciones negativas”.

“¿Cómo debe ayudarle su equipo? ¡Quitándole presión!. Que sienta que no ganar no es un problema, sino una etapa más. No esperando nada especial. Obviando los resultados y centrándose en recuperar sensaciones”, apunta.

¿ES EL PRINCIPIO DEL FIN?
Más pesimista parece Pablo del Río, psicólogo deportivo en el CSD y con larga experiencia en el tenis, para quien los mensajes de Nadal pueden hacen pensar que el balear ha comenzado a preparar su retirada, aunque ésta pueda alargarse bastante en el tiempo y en ningún caso sea inmediata.

“Rafa Nadal está soportando en los últimos años una carga muy fuerte por las molestias físicas. Eso le impide disfrutar de lo que hace. Acostumbrarse a vivir con ese dolor en los entrenamiento y los partidos, es bastante desagradable. Cuando soportarlo es necesario para sobrevivir, ese dolor es más llevadero y el organismo y el sujeto se adapta a ello. Pero para alguien como él, que lo ganó todo, es normal que la motivación se diluya y cambien los intereses y las motivaciones”, señala.

“Rafa Nadal es un portento psicológico. Tiene una frase muy buena que yo le he robado y la uso con mis deportistas: ‘No practiques hasta que salga bien, hazlo hasta que no salga mal’. Eso dice mucho de su filosofía y lo que ha sido su carrera. Pero llega un momento en la vida, con tantos logros cumplidos, y en el que lo principal debe ser divertirse con lo que uno hace…. En otras palabras, cuando hay objetivos, hay progreso. Pero cuando el objetivo es no tener molestias para poder entrenar al 100%, la situación cambia completamente. Él hizo unas declaraciones después de ganar los dieciseisavos de final de Indian Wells ante Donald Young que son muy significativas: Dijo algo como ‘nunca tuve miedo a tener que dejar el tenis. Siempre he sabido que algún día va a pasar’. Y tiene claro que después lo que quedarán serán las amistades reales. La familia y los amigos de siempre”, subraya Del Río.

“La retirada de un deporista es un proceso paralelo a la propia evolución deportiva. Ahora hay muchos contratos y mucho dinero por medio, pero a mí no me sorprendería que en un momento determinado, o a final de la temporada, diga que se retira. ¡Y no me gusta jugar a profeta! Él ha ido dando mensajes con los que parece estar preparando al público… Él es muy inteligente y sabe que la vida no es sólo tenis, que puede vivir sin la fama y lo que le rodea. Sabe que todo eso es pasajero. Y el día que lo haga lo hará de una manera natural, con suma profesionalidad”, finaliza.

SIN RETIRADA A LA VISTA NI MIEDO A LA TIERRA BATIDA
No obstante, Nadal también ha declarado que desea seguir y que no teme a la tierra batida. "No tengo nada que perder. En este punto de mi carrera gané ya suficientes cosas como para decir que no necesito ganar más, pero quiero hacerlo. Quiero seguir compitiendo así. Quiero seguir teniendo la sensación de que puedo estar compitiendo por cada torneo que voy a jugar y tengo la motivación para hacerlo… Obviamente la arcilla es la superficie en la que he tenido más éxito y espero estar listo para volver a hacerlo". Sobre esta superficie sigue teniendo una gran ventaja y ello podría ser clave para su autoestima.

martes, 17 de marzo de 2015

Aliviar el estrés: ¿Qué técnicas funcionan y cuáles no?




Todos hemos vivido en carne propia el estrés. Hay situaciones que simplemente nos desbordan y sobrepasan nuestros recursos psicológicos, en esos momentos nos sentimos al límite, tensos e irritables. Muchas de estas situaciones no se pueden evitar. Sin embargo, podemos aprender a lidiar con el estrés ya que, al fin y al cabo, nuestra percepción de la situación y la actitud que afrontemos ante la misma cuentan mucho.

Ahora un estudio particularmente interesante realizado en la North Carolina State University nos desvela cuáles son las técnicas más eficaces para aliviar el estrés y también nos indica cuáles son las estrategias que solemos adoptar pero que no funcionan.

Estos investigadores reclutaron a 43 personas y les dieron seguimiento a lo largo de sus actividades diarias, durante ocho días. Así pudieron evaluar de primera mano no solo las situaciones que más estrés provocaban sino también su manera de afrontarlas y las emociones que generaban. A estas personas también se les pidió que anticiparan los eventos estresantes que podrían enfrentar al día siguiente y que planificaran cómo lidiar con ellos.

Obviamente, al terminar el estudio los investigadores notaron que las personas utilizaban disímiles estrategias para lidiar con el estrés. No obstante, dos técnicas se desvelaron particularmente ineficaces ya que empeoraban considerablemente el estado de ánimo de las personas.

- Reflexión estancada. En este caso, la persona reflexiona mucho sobre el problema pero no sobre sus causas ni sobre las posibles soluciones por lo que esta técnica solo sirve para aumentar el nivel de estrés. En práctica, es como un perro que se muerde la cola ya que la persona vuelve una y otra vez sobre los mismos argumentos, encerrándose en un círculo vicioso que incrementa la ansiedad.

- Fantasear sobre las consecuencias. En este caso, las personas imaginaban los peores escenarios posibles, fantaseando sobre las consecuencias que tendría determinada situación. Obviamente, proyectarse al futuro en términos tan negativos solo sirve para incrementar el estrés y la ansiedad, no para encontrar soluciones.

5 estrategias que realmente funcionan para aliviar el estrés

1. Reencuadrar la situación. Tenemos la tendencia a pensar en los eventos como positivos o negativos pero no nos damos cuenta de que nuestras expectativas y la forma de afrontarlos determinarán en gran medida su impacto emocional. Por eso, una de las técnicas más eficaces para aliviar el estrés consiste en reencuadrar la situación, pensar en los aspectos positivos. Por ejemplo, si debes dar un discurso en público y te sientes nervioso, piensa que será una oportunidad para poner a prueba tus habilidades y crecer como persona.

2. Adoptar una perspectiva global. A menudo nos estresamos con los pequeños detalles, con cosas intrascendentes que después incluso nos hacen reír. Esto se debe a que en ese momento estamos tan ofuscados que no vemos el cuadro global. Por eso, para lidiar con el estrés a veces hay que dar un paso atrás e intentar capturar toda la situación. Cuando somos capaces de ver un evento en su verdadera magnitud, incluyendo nuestra reacción ante este, lo más usual es que logremos calmarnos ya que nos damos cuenta que hemos exagerado. Además, de esta forma también podrás vislumbrar soluciones ya que antes los árboles no te dejaban ver el bosque.

3. Ajustar las expectativas. En muchas ocasiones no son las situaciones en sí las que nos estresan sino nuestras propias expectativas. Cuando tenemos expectativas demasiado elevadas y estas no se cumplen, nos frustramos y nos sentimos ansiosos porque las cosas no marcharon según lo que teníamos previsto. Por eso, aprender a ser flexibles, ajustar nuestras expectativas y abrazar la incertidumbre es la mejor estrategia para descartar la palabra estrés de nuestro vocabulario. 

4. Escribir sobre el evento. Darle rienda suelta a nuestras emociones no siempre es positivo, en ocasiones puede tener un efecto contraproducente ya que intensifican aún más el malestar. En esos casos, lo más conveniente es escribir sobre lo que sentimos. Cuando escribimos podemos reflexionar y en ese proceso de introspección, no nos dejamos asaltar por las emociones sino que encontramos alternativas de solución. De hecho, un estudio sobre el poder terapéutico de un lápiz desveló que las personas que escribían sobre los hechos negativos, no solo se sentían mejor sino que asumían una actitud más proactiva y obtenían mejores resultados al lidiar con las situaciones estresantes.

5. Aceptar la situación. En ocasiones, no tenemos la capacidad para incidir sobre el curso de determinados eventos. Cuando no podemos hacer nada para cambiarlos, simplemente debemos aceptarlos porque negarlos o luchar contra ellos, no solo es estresante sino también agotador. Cuando decides no nadar contra la corriente, te sentirás mejor inmediatamente. Por ejemplo, un ruido que interrumpe tu flujo de trabajo puede convertirse en un factor estresante que te impida terminar un proyecto si das rienda suelta a la ira. Sin embargo, si escuchas el ruido y decides continuar a pesar de este, le estás restando su poder y su capacidad para estresarte. Respira y di en tu interior: “todo está bien, pudo continuar”.