martes, 18 de octubre de 2011

ETAPAS PARA RECUPERARSE DE UNA PÉRDIDA

Para que una persona se recupere de la pérdida de un ser querido, es necesario pasar por las cuatro etapas del duelo, que como todo proceso requiere de cierta maduración en el tiempo. Cuánto tiempo dura cada fase, eso va a depender de cada persona y circunstancia, puede pasar un mes o años antes de que termine el duelo.

Primera etapa: aceptación
La primera reacción ante el conocimiento de una mala noticia casi siempre es la negación. El cerebro humano actúa de este modo como un mecanismo de defensa ante el sufrimiento. También pueden ocurrir desmayos, se trata de otro mecanismo del cuerpo para evitar la angustia.
Esta primera sensación de incredulidad no debe durar demasiado, la persona debe aceptar lo que ocurrió, aceptar que no puede cambiar la realidad para continuar con su vida. Una vez que alcancemos esta primera etapa de aceptación, vamos a estar listos para comenzar el proceso de curación y liberarnos de la angustia que provoca la pérdida.

Segunda etapa: asumir las emociones
Una vez que aceptamos la muerte, hay que asimilar el sufrimiento, tratando de exteriorizarlo, hablando con personas de nuestra confianza, llorando o expresando de cualquier manera el dolor que se lleva dentro.
Hay que ser conscientes de las repercusiones que la muerte trae a nuestras vidas y estado de ánimo, para evitar caer en actitudes nocivas, como puede ser perder el interés por uno mismo y dejar de alimentarnos bien.

Tercera etapa: adaptación
Una vez que hayas descargado todas tus emociones debes volver a la rutina diaria. Tienes que aprender a vivir con la ausencia, continuar con tu trabajo, retomar tus estudios y tus relaciones sociales. Debes ocupar la cabeza con las mismas cosas a las que siempre te dedicaste, y ya verás como el tiempo te ayuda a sobrellevar el dolor.

Cuarta y última etapa: interiorización
Cuando hayas retomado tu rutina diaria, la cuarta y última etapa del duelo llegará con el paso del tiempo, y quizás no seas consciente de ello. Si continúas con tu vida activamente, saliendo a la calle para distraerte y ocupando todas las horas del día haciendo alguna actividad que requiera concentración, te será más sencillo asimilar completamente la muerte.