En
cualquier deporte hay situaciones en las que la importancia del
aspecto psicológico se hace realmente notable. Los penaltis son un
buen ejemplo de este tipo de situaciones.
En
el momento en el que los jugadores tienen que tirar penaltis se
suelen sentir bajo presión, especialmente si los penaltis son
decisivos en la clasificación de un equipo dentro de un campeonato.
Al sentirse bajo presión es más complicado ser preciso, por que es
difícil mantener un nivel óptimo de concentración.
Es por ello que para tener más oportunidades de realizar un penalti
con éxito se deben entrenar habilidades como la concentración.
¿En qué consiste concentrarse?
Saber
concentrarse es saber prestar
atención a lo que es realmente importante
en un determinado momento. Para dominar esta habilidad hay que
aprender a diferenciar los distintos focos de atención, saber
cambiar de uno a otro dependiendo del contexto, y retomar la
concentración si se pierde por alguna distracción.
La
dirección del foco de atención puede ser interna (por ejemplo,
sobre las emociones, pensamientos, o sensaciones de cada uno) o
externa (por ejemplo, sobre el entorno como puede ser el público, la
portería, o el balón). La amplitud del foco puede ser amplia (por
ejemplo, si se fijan en varios aspectos del juego) o estrecha (por
ejemplo, cuando se fijan en un lugar específico dentro de la
portería por donde intentan meter el balón).
Al
juntar los diferentes focos de atención surgen cuatro tipos de
control de la atención: evaluación, análisis, preparación, y
actuación. Una manera de mejorar el entrenamiento de los penaltis es
hacer
que los jugadores practiquen todos estos tipos para que aprendan a
usar el más apropiado.
¿Cómo afecta la concentración en la actividad deportiva?
El
entrenador puede hacer uso de la evaluación (foco amplio y externo)
poniendo vídeos sobre determinadas acciones deportivas, como por
ejemplo lanzar un penalti que acaba o no en gol para que los
jugadores evalúen las características de ambos.
Para
entrenar el análisis (foco amplio e interno), los jugadores pueden
practicar reflexionando sobre los pensamientos que tienen durante los
penaltis, anotando cuáles son los que más les han ayudado y cuáles
no. Otra manera de utilizar este foco es reflexionando sobre los
penaltis que han tenido en la competición y anotar dos aspectos que
han hecho bien y uno que tienen que mejorar.
La
preparación (foco estrecho e interno), se
puede hacer durante la competición y durante el entrenamiento.
Para ello, una vez que los jugadores saben que tienen que tirar un
penalti, pueden practicar a cambiar a este tipo de foco. La mejor
manera de empezar a usar este tipo de control de la atención es
respirando hondo. Cuatro respiraciones suelen bastar para centrarse
en ese mismo momento. Una vez que están centrados pueden decirse a
si mismos los pasos que van a dar al tirar el penalti, o si les es
más fácil pueden visualizarse a ellos mismos tirando el penalti con
éxito.
Finalmente,
toca actuar (foco estrecho y externo). Para ello, cuando el árbitro
sopla el silbato los jugadores deben tomar su tiempo, sin
apresurarse, manteniendo el foco mentalmente por lo menos por 10
segundos y centrándose en el lugar al que quieren mandar el balón.
Una vez tienen claro dónde quieren tirar el balón tienen
que tirar con firmeza, sin titubear.
Los errores y distracciones
Los
deportistas
suelen perder la concentración, entre otros motivos, por
distracciones. Si usan un tipo de control de la atención que no es
apropiado para la actividad de ese determinado momento, los
deportistas
se
suelen distraer en detalles que no son importantes en ese momento.
Por eso es importante practicar los diferentes tipos de focos y ganar
práctica en ejercicios en los que se acostumbren a mantener la
concentración.
Otra
manera de entrenar la concentración es reflexionando sobre sus
fuentes de distracciones. Tienen que reconocer si lo que les
desconcentra es de origen interno (como puede ser la falta de
confianza en uno mismo, un monólogo interno negativo) o externo (por
ejemplo la audiencia que está aplaudiendo y gritando en las gradas).
Ser consciente de los aspectos que les inquietan es el primer paso
para poder mantener la concentración y rendir
de manera óptima.
Una
vez que las distracciones se han identificado, el siguiente paso es
volver a enfocar la atención. Para ello los deportistas pueden usar
frases o palabras que les ayuden. Como el monólogo interior es algo
muy personal, los jugadores mismos son los que tienen reflexionar y
elegir las palabras o frases que funcionen para ellos (ej. ‘vamos a
por ello’, ‘tú puedes’).
Las ventajas de la simulación
Finalmente,
una práctica que utilizan especialmente los atletas de élite es la
simulación de los aspectos de la competición. De lo que se trata es
de recrear
un ambiente en el entrenamiento lo más parecido a la competición
para que cuando los deportistas
tengan que realizar la acción, como por ejemplo
tirar un penalti en un partido importante, no noten la diferencia.
Uno
de los aspectos en los que las competiciones son diferentes al
entrenamiento y que aumentan la presión de los jugadores son los
sonidos; por ejemplo el del silbato del árbitro cuando señala el
comienzo del penalti, o los gritos del público. En el entrenamiento
los jugadores no suelen oír estos tipos de sonidos; por eso, si se
acostumbran a entrenar lo más parecido a los campeonatos estarán
mejor preparados para cuando tengan que tirar los penaltis. Otra
manera de recrear el ambiente de los campeonatos, especialmente
cuando se acerca el evento, es entrenando con la misma ropa con la
que se va a competir.
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