jueves, 29 de septiembre de 2011

MODIFICACIÓN DE LA CONDUCTA EN NIÑOS

Nos encontramos que las conductas o comportamientos a tratar son variadas. Se llaman problemas cotidianos de conducta, aunque es difícil catalogarlos de “problema” puesto que en la mayoría de los casos se interpretan como el producto de la crisis que genera el desarrollo interactivo entre un niño y sus padres.
El más común de este tipo de conflictos es la desobediencia. Este tipo de comportamiento es entendido como el producto de un déficit en el control y manejo de contingencias por parte de los padres, o bien como el producto del déficit en los repertorios de seguimiento de instrucciones en el niño.
Muy asociado a este conflicto está el llamado “Negativismo” que supone una añadido comportamiento verbal o no ante la instrucción.
Si partimos de la base de la existencia de comportamientos de desobediencia o negativismo y reconocemos que hay un déficit en el manejo y control de contingencias por parte de los padres o un déficit de repertorios en el niño, no debemos olvidar la importancia del deterioro que ocurre en la historia de interrelaciones padre-madre-hijo, cuando ésta, inevitablemente, genera métodos de control coercitivo, donde el propio padre-madre se convierten en estímulos aversivos y viceversa.
Todo esto genera trastornos en la conducta de comer, dormir, bajo rendimiento escolar, sentarse, conflictos fraternales, etc.

OBJETIVOS.
El programa de intervención tiene como objetivo el aprendizaje y establecimiento de nuevas relaciones contingenciales, de manera que se establezcan conductas y comportamientos que sean más adecuados, adaptados y gratificantes para los sujetos.
La intervención se realizará utilizando todo el ambiente del niño, lo que permite un mejor análisis de las relaciones contingenciales del niño, así como facilitar su organización.
Para todo esto se solicita la total disponibilidad de los padres, ya que es parte del programa, la creación de nuevos patrones de comportamiento eficaces para la administración de contingencias, lo que en la práctica supone el aprendizaje de habilidades o pautas para la administración de contingencias en relación a las conductas de su hijo, con lo que se logra proporcionar repertorios funcionales a las madres y padres para enfrentarse con cierto margen de éxito a conductas futuras de sus hijos.

LA MODIFICACIÓN DE CONDUCTA.
Consiste en diseñar una situación estructurada de aprendizaje en la que el comportamiento deseado es reforzado o fortalecido.
Antes de pasar a explicar las posibles técnicas, voy a ofrecer una serie de recomendaciones para conseguir la efectividad del programa:
- La rutina es indispensable, es decir hay que ser constantes en cuanto a las normas establecidas y las actitudes de los padres.
- Las actuaciones siempre deben ser proporcionadas y razonadas.
- Evitar los castigos físicos, gritos, amenazas etc. El establecimiento de reglas explicitas suele ser más efectivo.
- Se debe registrar (anotar por escrito ) las conductas realizadas por el niño o niña y las recompensas positivas o negativas utilizadas.

PROGRAMA
El primer paso del programa sería establecer junto con el niño/niña un Contrato Conductual. En él, se especificaran las normas, actitudes y comportamientos deseados y sus consecuencias, así como de los comportamientos no deseados.

TÉCNICAS PARA INCREMENTAR CONDUCTAS DESEABLES
- Recompensas sociales (atención, alabanzas, afecto…) y recompensas materiales.
- Economía de fichas: supone la presentación contingente de reforzadores tangibles (fichas, puntos o pegatinas) que pueden intercambiarse después por otro tipo de reforzadores variados (TV, juguetes, salidas o actividades lúdicas). Esto permite mantener y aumentar una gran cantidad de conductas. Aspectos fundamentales de esta técnica supone que la fichas han de convertirse realmente en reforzadores generalizados como tales, para lo que hay que emplear al principio razones de intercambio muy pequeñas y aumentarlas progresivamente. También se han de elegir reforzadores de intercambio poderosos, se les da a escoger aquellos que pueden conseguir al final de la semana. El sistema funciona bien cuando las reglas y contingencias se revisan periódicamente, y los reforzadores realmente los son.
- El contrato de contingencias, implica un acuerdo generalmente por escrito, que especifica las conductas deseadas que el niño deberá realizar, y las consecuencias especificas que le seguirán y que se aplicaran estrictamente.

TÉCNICAS PARA DISMINUIR CONDUCTAS
- El castigo positivo hace referencia a la presentación contingente de alguna consecuencia aversiva que reduzca la conducta en cuestión. Por ejemplo, puede ir desde reprimendas verbales hasta confinamiento en algunos casos. El problema es que tiene efectos secundarios.
- Una alternativa podría ser procedimiento de tiempo fuera, que se refiere al aislamiento del individuo del entorno reforzante, durante un corto periodo de tiempo cada vez que ocurre el comportamiento disocial. El objetivo es que durante este periodo no haya posibilidad alguna de que su conducta resulte reforzada. En general se recomienda tiempos cortos de cinco a diez minutos.
- Un procedimiento que se puede utilizar cuando esta en uso alguno de reforzamiento positivo, (por ejemplo la economía de fichas) es el coste de respuesta, que implica la perdida de algún reforzador cada vez que ocurre laguna conducta poco deseable. Por ejemplo el niño pierde fichas que haya ganado con anterioridad. Se puede aumentar su eficacia proporcionando al niño oportunidades extras para ganar puntos o fichas cuando realiza conductas adecuadas.
- La extinción es la retirada de reforzamiento positivo que con anterioridad seguía a una conducta. Típicamente se utiliza al ignorar o retirar la atención social de la conducta inapropiada del niño.
Ojo!Cuando la rabieta de la niña/niño o la actividad motriz sea excesiva, antes de aplicar ninguna técnica es necesario relajar al niño/niña, esperar unos minutos y pasar inmediatamente a explicarle la consecuencia de su conducta razonándolo con él . Si es consciente de lo que ha ocurrido, si intenta mejorar su conducta, hay que reforzarlo de inmediato, pero en este caso con alabanza o una muestra de afecto.
A modo de conclusión he de destacar la importancia que tiene la paciencia de todos los miembros que forman el entorno familiar.

martes, 13 de septiembre de 2011

Ataques de Pánico

Para aquellos que están buscando terminar con los ataques de pánico o desórdenes de ansiedad, la terapia cognitiva conductual es un tratamiento a considerar.

Millones de personas en todo el mundo están enfrentando trastornos de ansiedad y ataques de pánico, y esto puede debilitar tanto a la personalidad como al cuerpo, Un gran número de personas toman medicamentos para controlar estos problemas, pero esta opción no es buena para todos.

¿Qué es la terapia cognitiva conductual?

Una persona que utiliza esta terapia para los ataques de pánico u otros trastornos similares obtiene una serie de “herramientas” que puede utilizar para enfrentar estos problemas y experimentarlos con menor frecuencia. La terapia está diseñada para reformular la forma en que una persona piensa para que los pensamientos y sentimientos previos no vuelvan a disparar respuestas específicas, en este caso, un ataque de pánico.

La terapia cognitiva conductual siempre debería hacerse con la ayuda de un experto en el tema, para evitar cualquier tipo de trauma en el paciente.

Aunque este tipo de terapia muchas veces puede ser incómoda para el paciente, hay que “empujarlo” de alguna forma para que comience a recuperarse de esos desórdenes.

¿Cómo funciona este tratamiento con los ataques de pánico? 

En el caso de los ataques de pánico y otros trastornos de ansiedad, una persona por lo general experimenta este tipo de sensaciones en determinadas situaciones. Esta terapia se utiliza para demostrarle a esa persona que no necesita llegar a ese nivel de ansiedad, y que esa reacción es desproporcionada con el evento o dificultar que le causa ese problema.

Puede ser difícil y estresante para una persona con ataques de pánico estar expuesta a la fuente que le genera esa ansiedad, pero la ansiedad no puede permanecer en niveles de pánico para siempre, y cuando la terapia se hace correctamente, puede arrojar resultados sumamente positivos.

Al principio, algunas personas que experimentan este tipo de problemas sienten que los ataques empeoran durante las primeras semanas de tratamiento, debido a la exposición a situaciones que les causan esos problemas. Sin embargo, a medida que transcurre el tratamiento, el paciente comienza a aceptar diferentes sentimientos, sensaciones, lugares y eventos sin que se dispare un ataque.

Los ataques de pánico son un tema serio, y pueden desembocar en desórdenes aún más graves si no son tratados, por lo que se recomienda que busquen una forma de controlarlos. La terapia que aquí se sugiere es simplemente uno de los métodos utilizados, pero hay muchos otros. Este método permite que la gente conquiste su pánico, aprendan a controlarlo y como resultado final, vuelvan a su vida normal.