viernes, 16 de diciembre de 2011

Atención psicológica a menores, ¿cómo afrontarlo?

La infancia es una época en el desarrollo del ser humano en la que tiene lugar un profundo cambio psicológico, que será el resultado de la personalidad del niño y de su evolución conforme llegue a la etapa adulta.

La infancia es una época en el desarrollo del ser humano en la que tiene lugar un profundo cambio psicológico, que será el resultado de la personalidad del niño y de su evolución conforme llegue a la etapa adulta. La forma en la que se trate a un menor en el aspecto psicológico requiere un cuidado y debe desarrollarse en un ambiente adecuado.

La necesidad de obtener un servicio de atención psicológica para el niño se hace mayor ante situaciones extremas que pueden afectar emocionalmente al niño, tales como situaciones complicadas en el ámbito familiar, maltrato físico y/o psicológico, déficit de atención, hiperactividad, depresión etc.

A la hora de hacerle ver a un menor la importancia de la asistencia psicológica, son las familias las que demandan información, por lo que se hace necesaria una intervención psicológica inicial previa que ayude en primera instancia a que las familias afronten y entiendan la situación del menor. La falta de información y la desorientación en cuanto a cuáles son los aspectos emocionales del niño, generan cierto grado de ansiedad e incertidumbre.

Debe transmitirse a las personas que rodean al menor la necesidad de que ellos colaboren en la intervención psicológica, ayudando al menor a que manifieste sus emociones, miedos e inquietudes, integrándolo en un ambiente que propicie su bienestar y su desarrollo. Es importante mantenerlo alejado de toda situación negativa que pueda afectarle emocionalmente.

En definitiva se trata de transmitir, a las personas que rodean el entorno del niño, seguridad, para que sean capaces de transmitir confianza al menor, de forma que este acepte la intervención psicológica como un método para alejarse de situaciones negativas y para poder expresar sus emociones libremente.

La atención psicológica infantil debe hacerse de forma que el niño desarrolle su propia personalidad y se sienta alguien individual, capaz de sentir y de expresar sus propios sentimientos, sintiéndose comprendido en todo momento.
Tan importante es la ayuda al menor como la de las personas que le cuidan, las cuales serán las encargadas de ayudar al menor y de colaborar en la mejora de su situación personal.