La Risa afecta de forma positiva a nuestro bienestar, ya que no sólo es saludable por el bienestar inmediato que produce, lo es además por el uso terapéutico que se le puede dar, y por todos los beneficios que se obtienen, tanto a nivel físico:
• ya que pone en funcionamiento más de 200 músculos de nuestro organismo
• ayuda a liberar la tensión acumulada
• y rebaja el dolor
O a nivel mental:
• porque inmuniza contra la depresión y la angustia, ya que nos hace ser más receptivos y ver el lado positivo de las cosas
• elimina el estrés, ya que al reírnos se producen ciertas hormonas (endorfinas) que elevan el tono vital y nos hacen sentir mas despiertos.
Por todo ello es importante aprender a reírse de manera adecuada, ya que nos vá a permitir eliminar las tensiones tanto corporales como mentales.
El fundamento de estos beneficios es que durante LA RISA liberamos una gran cantidad de endorfinas, que son las responsables últimas de nuestra sensación de bienestar y felicidad. Convirtiéndose LA RISA en una herramienta muy útil para la liberación de bloqueos emocionales, físicos, mentales o incluso sexuales.
Los efectos de la risa se pueden apreciar desde el primer momento: las personas se sienten plenas, alegres, vitales y descubren en su interior una enorme cantidad de sentimientos positivos que se traducen en una mejora de muchas áreas personales de su vida.
viernes, 27 de enero de 2012
miércoles, 11 de enero de 2012
Ayuda psicológica para problemas de infertilidad
Afrontar el hecho de tener problemas para concebir es una situación muy estresante para cualquier pareja, que en la mayoría de los casos deriva en sentimientos negativos como la angustia, la ira, pérdida o la frustración.
Cada vez más parejas deben recurrir a tratamientos de reproducción asistida para tener hijos en nuestro país. De hecho, se calcula que el 15% de las parejas españolas tienen problemas de infertilidad.
Afrontar el hecho de tener problemas para concebir es una situación muy estresante para cualquier pareja, que en la mayoría de los casos deriva en sentimientos negativos como la angustia, la ira, pérdida o la frustración. Algunas personas son capaces de asumirlos, pero en algunos casos se acaban originando problemas psicológicos más graves que llegan a dificultar incluso los tratamientos de reproducción asistida.
Estos problemas pueden ser tanto a nivel individual, como, por ejemplo, depresión profunda, ansiedad, baja autoestima o estrés, como a nivel de pareja, donde pueden generarse problemas sexuales y de comunicación, llegando en algunos casos a replantearse la continuidad de la relación. Actualmente existen centros de atención psicológica especializada en tratar casi de manera exclusiva los problemas derivados de estos casos.
En opinión de Raquel Mora, psicóloga especializada en el área de la infertilidad y colaboradora de Oxum Fertility Center, la aplicación de terapia psicológica en las parejas sometidas a tratamientos de reproducción asistida aumenta las probabilidades de éxito. En sus propias palabras, “si se logra disminuir los problemas derivados de la situación de infertilidad y se adquieren estrategias para enfrentarse a los tratamientos de un modo saludable y controlando el estrés, se facilita la interacción con el equipo médico y se contribuye a aumentar el grado de satisfacción con los tratamientos, por lo que se intentará más veces y de forma más adecuada, contribuyendo así al éxito en los resultados”.
También es muy importante tener en cuenta que el mismo tratamiento de reproducción asistida en parejas infértiles lleva aparejada una gran carga emocional, por el estrés emocional al que se les somete. Y esta tensión está demostrada que puede interferir en el resultado final del tratamiento. Además, está probado científicamente que los factores psicológicos inciden de manera negativa en las conductas de salud de las personas, incluso en aspectos mucho más nimios, como el dejar de fumar o el controlar la alimentación.
Algunos especialistas en reproducción asistida consideran que el estado emocional y psicológico por el que pasa la pareja que se somete a tratamientos de infertilidad es clave para un resultado positivo de éste, mientras que otros consideran que es principalmente el estrés emocional que se sufre durante todo el proceso el que se relaciona de manera directa con el éxito de la fertilización.
Cada vez más parejas deben recurrir a tratamientos de reproducción asistida para tener hijos en nuestro país. De hecho, se calcula que el 15% de las parejas españolas tienen problemas de infertilidad.
Afrontar el hecho de tener problemas para concebir es una situación muy estresante para cualquier pareja, que en la mayoría de los casos deriva en sentimientos negativos como la angustia, la ira, pérdida o la frustración. Algunas personas son capaces de asumirlos, pero en algunos casos se acaban originando problemas psicológicos más graves que llegan a dificultar incluso los tratamientos de reproducción asistida.
Estos problemas pueden ser tanto a nivel individual, como, por ejemplo, depresión profunda, ansiedad, baja autoestima o estrés, como a nivel de pareja, donde pueden generarse problemas sexuales y de comunicación, llegando en algunos casos a replantearse la continuidad de la relación. Actualmente existen centros de atención psicológica especializada en tratar casi de manera exclusiva los problemas derivados de estos casos.
En opinión de Raquel Mora, psicóloga especializada en el área de la infertilidad y colaboradora de Oxum Fertility Center, la aplicación de terapia psicológica en las parejas sometidas a tratamientos de reproducción asistida aumenta las probabilidades de éxito. En sus propias palabras, “si se logra disminuir los problemas derivados de la situación de infertilidad y se adquieren estrategias para enfrentarse a los tratamientos de un modo saludable y controlando el estrés, se facilita la interacción con el equipo médico y se contribuye a aumentar el grado de satisfacción con los tratamientos, por lo que se intentará más veces y de forma más adecuada, contribuyendo así al éxito en los resultados”.
También es muy importante tener en cuenta que el mismo tratamiento de reproducción asistida en parejas infértiles lleva aparejada una gran carga emocional, por el estrés emocional al que se les somete. Y esta tensión está demostrada que puede interferir en el resultado final del tratamiento. Además, está probado científicamente que los factores psicológicos inciden de manera negativa en las conductas de salud de las personas, incluso en aspectos mucho más nimios, como el dejar de fumar o el controlar la alimentación.
Algunos especialistas en reproducción asistida consideran que el estado emocional y psicológico por el que pasa la pareja que se somete a tratamientos de infertilidad es clave para un resultado positivo de éste, mientras que otros consideran que es principalmente el estrés emocional que se sufre durante todo el proceso el que se relaciona de manera directa con el éxito de la fertilización.
lunes, 9 de enero de 2012
La dislexia infantil
Dificultades que presenta el niño disléxico en la lectura - escritura
Entendemos como dislexia las dificultades para el aprendizaje de la lecto-escritura pese a que el sujeto esté sometido a una enseñanza convencional, tenga un nivel intelectual adecuado y sus oportunidades socioculturales sean las correctas.
Niño con dislexia
El niño disléxico presenta grandes dificultades en la lecto-escritura que se pueden observar en una:
- Lectura lenta, trabajosa y cargada de errores.
- Deficiente ortografía.
- Uniones o separaciones incorrectas de palabras. Presenta también dificultades en la automatización de aprendizajes y memorización (aprende algo y al poco tiempo lo olvida).
Además le cuesta realizar con éxito las actividades donde es necesario aplicar varias habilidades (ejemplo, redacciones en las que ha de prestar atención a la ortografía, signos de puntuación, organización de ideas...). La dislexia no se manifiesta de la misma manera ni con la misma intensidad en cada niño. Por lo tanto, la recuperación estará determinada por las características de cada persona y por el medio familiar y escolar al que pertenece. Lo que está claro es que la base de una buena recuperación es la detección precoz, antes de que el niño viva la experiencia del fracaso.
El niño con dislexia es capaz de aprender a leer, pero lo hará de una manera diferente, con un método distinto y un tratamiento especial, dándole estrategias y técnicas para enfrentarse a sus dificultades de lecto-escritura, enseñándole diferentes habilidades que le ayuden a comprender y memorizar los textos leídos. Es importante que los padres que tengan un hijo con dislexia se pongan en manos de un profesional para que les pueda orientar de la mejor manera de ayudar a su hijo.
Entendemos como dislexia las dificultades para el aprendizaje de la lecto-escritura pese a que el sujeto esté sometido a una enseñanza convencional, tenga un nivel intelectual adecuado y sus oportunidades socioculturales sean las correctas.
Niño con dislexia
El niño disléxico presenta grandes dificultades en la lecto-escritura que se pueden observar en una:
- Lectura lenta, trabajosa y cargada de errores.
- Deficiente ortografía.
- Uniones o separaciones incorrectas de palabras. Presenta también dificultades en la automatización de aprendizajes y memorización (aprende algo y al poco tiempo lo olvida).
Además le cuesta realizar con éxito las actividades donde es necesario aplicar varias habilidades (ejemplo, redacciones en las que ha de prestar atención a la ortografía, signos de puntuación, organización de ideas...). La dislexia no se manifiesta de la misma manera ni con la misma intensidad en cada niño. Por lo tanto, la recuperación estará determinada por las características de cada persona y por el medio familiar y escolar al que pertenece. Lo que está claro es que la base de una buena recuperación es la detección precoz, antes de que el niño viva la experiencia del fracaso.
El niño con dislexia es capaz de aprender a leer, pero lo hará de una manera diferente, con un método distinto y un tratamiento especial, dándole estrategias y técnicas para enfrentarse a sus dificultades de lecto-escritura, enseñándole diferentes habilidades que le ayuden a comprender y memorizar los textos leídos. Es importante que los padres que tengan un hijo con dislexia se pongan en manos de un profesional para que les pueda orientar de la mejor manera de ayudar a su hijo.
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