Todos hemos vivido en carne propia el estrés. Hay
situaciones que simplemente nos desbordan y sobrepasan nuestros recursos
psicológicos, en esos momentos nos sentimos al límite, tensos e irritables.
Muchas de estas situaciones no se pueden evitar. Sin embargo, podemos aprender
a lidiar con el estrés ya que, al fin y al cabo, nuestra percepción de la
situación y la actitud que afrontemos ante la misma cuentan mucho.
Ahora un estudio particularmente interesante realizado en la
North Carolina State University nos desvela cuáles son las técnicas más
eficaces para aliviar el estrés y también nos indica cuáles son las estrategias
que solemos adoptar pero que no funcionan.
Estos investigadores reclutaron a 43 personas y les dieron seguimiento
a lo largo de sus actividades diarias, durante ocho días. Así pudieron evaluar
de primera mano no solo las situaciones que más estrés provocaban sino también
su manera de afrontarlas y las emociones que generaban. A estas personas
también se les pidió que anticiparan los eventos estresantes que podrían
enfrentar al día siguiente y que planificaran cómo lidiar con ellos.
Obviamente, al terminar el estudio los investigadores
notaron que las personas utilizaban disímiles estrategias para lidiar con el
estrés. No obstante, dos técnicas se desvelaron particularmente ineficaces ya
que empeoraban considerablemente el estado de ánimo de las personas.
- Reflexión estancada. En este caso, la persona reflexiona mucho sobre el problema
pero no sobre sus causas ni sobre las posibles soluciones por lo que esta
técnica solo sirve para aumentar el nivel de estrés. En práctica, es como un
perro que se muerde la cola ya que la persona vuelve una y otra vez sobre los
mismos argumentos, encerrándose en un círculo vicioso que incrementa la
ansiedad.
- Fantasear sobre las consecuencias. En este caso, las personas
imaginaban los peores escenarios posibles, fantaseando sobre las consecuencias
que tendría determinada situación. Obviamente, proyectarse al futuro en términos
tan negativos solo sirve para incrementar el estrés y la ansiedad, no para
encontrar soluciones.
5 estrategias que realmente
funcionan para aliviar el estrés
1. Reencuadrar la situación. Tenemos la tendencia a pensar
en los eventos como positivos o negativos pero no nos damos cuenta de que
nuestras expectativas y la forma de afrontarlos determinarán en gran medida su
impacto emocional. Por eso, una de las técnicas más eficaces para aliviar el
estrés consiste en reencuadrar la situación, pensar en los aspectos positivos.
Por ejemplo, si debes dar un discurso en público y te sientes nervioso, piensa
que será una oportunidad para poner a prueba tus habilidades y crecer como
persona.
2. Adoptar una perspectiva global. A menudo nos estresamos con
los pequeños detalles, con cosas intrascendentes que después incluso nos hacen
reír. Esto se debe a que en ese momento estamos tan ofuscados que no vemos el
cuadro global. Por eso, para lidiar con el estrés a veces hay que dar un paso
atrás e intentar capturar toda la situación. Cuando somos capaces de ver un
evento en su verdadera magnitud, incluyendo nuestra reacción ante este, lo más
usual es que logremos calmarnos ya que nos damos cuenta que hemos exagerado.
Además, de esta forma también podrás vislumbrar soluciones ya que antes los
árboles no te dejaban ver el bosque.
3. Ajustar las expectativas. En muchas ocasiones no son
las situaciones en sí las que nos estresan sino nuestras propias expectativas.
Cuando tenemos expectativas demasiado elevadas y estas no se cumplen, nos
frustramos y nos sentimos ansiosos porque las cosas no marcharon según lo que
teníamos previsto. Por eso, aprender a ser flexibles, ajustar nuestras
expectativas y abrazar la incertidumbre es la mejor estrategia para descartar
la palabra estrés de nuestro vocabulario.
4. Escribir sobre el evento. Darle rienda suelta a
nuestras emociones no siempre es positivo, en ocasiones puede tener un efecto
contraproducente ya que intensifican aún más el malestar. En esos casos, lo más
conveniente es escribir sobre lo que sentimos. Cuando escribimos podemos
reflexionar y en ese proceso de introspección, no nos dejamos asaltar por las
emociones sino que encontramos alternativas de solución. De hecho, un estudio
sobre el poder terapéutico de un lápiz desveló que las
personas que escribían sobre los hechos negativos, no solo se sentían mejor
sino que asumían una actitud más proactiva y obtenían mejores resultados al
lidiar con las situaciones estresantes.
5. Aceptar la situación. En ocasiones, no tenemos la capacidad para incidir sobre el
curso de determinados eventos. Cuando no podemos hacer nada para cambiarlos,
simplemente debemos aceptarlos porque negarlos o luchar contra ellos, no solo
es estresante sino también agotador. Cuando decides no nadar contra la
corriente, te sentirás mejor inmediatamente. Por ejemplo, un ruido que
interrumpe tu flujo de trabajo puede convertirse en un factor estresante que te
impida terminar un proyecto si das rienda suelta a la ira. Sin embargo, si
escuchas el ruido y decides continuar a pesar de este, le estás restando su
poder y su capacidad para estresarte. Respira y di en tu interior: “todo está
bien, pudo continuar”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario