viernes, 16 de diciembre de 2011

Atención psicológica a menores, ¿cómo afrontarlo?

La infancia es una época en el desarrollo del ser humano en la que tiene lugar un profundo cambio psicológico, que será el resultado de la personalidad del niño y de su evolución conforme llegue a la etapa adulta.

La infancia es una época en el desarrollo del ser humano en la que tiene lugar un profundo cambio psicológico, que será el resultado de la personalidad del niño y de su evolución conforme llegue a la etapa adulta. La forma en la que se trate a un menor en el aspecto psicológico requiere un cuidado y debe desarrollarse en un ambiente adecuado.

La necesidad de obtener un servicio de atención psicológica para el niño se hace mayor ante situaciones extremas que pueden afectar emocionalmente al niño, tales como situaciones complicadas en el ámbito familiar, maltrato físico y/o psicológico, déficit de atención, hiperactividad, depresión etc.

A la hora de hacerle ver a un menor la importancia de la asistencia psicológica, son las familias las que demandan información, por lo que se hace necesaria una intervención psicológica inicial previa que ayude en primera instancia a que las familias afronten y entiendan la situación del menor. La falta de información y la desorientación en cuanto a cuáles son los aspectos emocionales del niño, generan cierto grado de ansiedad e incertidumbre.

Debe transmitirse a las personas que rodean al menor la necesidad de que ellos colaboren en la intervención psicológica, ayudando al menor a que manifieste sus emociones, miedos e inquietudes, integrándolo en un ambiente que propicie su bienestar y su desarrollo. Es importante mantenerlo alejado de toda situación negativa que pueda afectarle emocionalmente.

En definitiva se trata de transmitir, a las personas que rodean el entorno del niño, seguridad, para que sean capaces de transmitir confianza al menor, de forma que este acepte la intervención psicológica como un método para alejarse de situaciones negativas y para poder expresar sus emociones libremente.

La atención psicológica infantil debe hacerse de forma que el niño desarrolle su propia personalidad y se sienta alguien individual, capaz de sentir y de expresar sus propios sentimientos, sintiéndose comprendido en todo momento.
Tan importante es la ayuda al menor como la de las personas que le cuidan, las cuales serán las encargadas de ayudar al menor y de colaborar en la mejora de su situación personal.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Encuentro Federación Andaluza "ALBA Andalucía", "Retos de la Ciencia"

Este fin de semana, 25 y 26 de noviembre, la Federación andaluza Alba Andalucía ha organizado un encuentro en Córdoba, con el nombre "Retos de la ciencia" y han tratado las últimas perspectivas y enfoques en la ciencia para la investigación y tratamiento de la Fibromialgia y SFC.

Entre muchos temas, se han tratado:
- “Impacto del síndrome de fatiga crónica en el año 2011”
- “Fibromialgia y estrés oxidativo. Influencia del aceite de oliva”
- “Hacia un enfoque medico integrador de los síndromes de sensibilidad central”
- “Alternativas al tratamiento farmacológico convencional en pacientes con fibromialgia. Sociedad Andaluza del Dolor”
- “Condición física y composición corporal como herramientas complementarias de diagnóstico de fibromialgia”

En estas jornadas se ha podido ver el impacto y las nuevas perspectivas terapéuticas que se pueden aplicar a esta enfermedad (Fibromialgia, Síndrome de Fatiga Crónico).

Desde este blog, animamos a que continúen iniciativas como esta (entre otras), con el fin de que esta patología deje de ser una desconocida y se pongan más recursos, para tener así más apoyo estos pacientes, que a fecha de hoy son insuficientes. Con jornadas como estas, e iniciativas similares, y aunando esfuerzos, tanto pacientes y asociaciones, como profesionales, conseguiremos entre todos ganarle la batalla a esta enfermedad.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Terapia de Valores

Aproximaciones como la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT, por sus siglas en inglés) plantean el compromiso del paciente con sus valores como parte del proceso y ha sentado las bases para utilizarlos en la terapia. Los valores no serían solo un filtro o modelaje de la relación terapéutica sino simplemente el eje del proceso. En terapia, se persiguen objetivos en línea con esos valores, que puede ser necesario en un primer paso clarificar y después activar.
La ACT, no exenta de críticas, se enmarca en la tercera ola de terapias de conducta, que acepta influencias de la filosofía y de tradiciones milenarias. Así, la con la primera recogeríamos las primeras terapias de conducta que dotaban de cientificidad la práctica clínica psicológica, ya que en el cambio de siglo XIX a XX imperaban los modelos psicodinámicos. Con la segunda ola ya nos referimos a las terapias cognitivo conductuales, que se centran no solo en la conducta observable sino en el pensamiento, los eventos privados (pensamientos, creencias, emociones) pueden ser modificados y así cambiará la conducta en base a unos objetivos clínicos prefijados, básicamente para adaptarse mejor al medio ambiente para sufrir menos.
Aquí es donde la ACT imprime un cambio de rumbo, no es tan importante modificar lo que nos produce malestar, eliminarlo o evitarlo (moviéndonos en lo que se ha dado en llamar 'Trastorno de Evitación Experiencial; TEE) si no que podamos tener la suficiente flexibilidad para convivir con un ambiente que no podemos controlar y unos eventos internos que son más soportables de lo que pensábamos, y que los intentos de control de esos eventos son parte fundamental del malestar. De hecho, esos eventos acaban protagonizando el día a día de la persona, en vez de que esta rija su vida en base a sus valores.
El alejamiento de los valores o la contradicción con ellos, provoca sufrimiento y alienación. La ACT propone al cliente aceptar el reto de cambiar lo que se puede cambiar y aceptar lo que no se puede cambiar. A comprometerse a caer y levantarse y a volver a seguir los pasos de sus valores. A enfrentar el conocido intento de control de los eventos internos o externos con la novedad de la aceptación de los mismos.
La ACT pertenece al grupo de terapias contextuales en las que la aceptación de los procesos psicológicos, los valores de la persona y del terapeuta o el autoconocimiento son parte fundamental del proceso de terapia. Desde el budismo hasta el humanismo nos aconsejan separar lo que somos de lo que pensamos, mientras que en nuestra cultura se ha centrado más en el sentimiento negativo que, dada la unicidad de la persona, impregna sin remedio todo el pensamiento y toda la conducta.
Todas las personas tenemos valores, con etiquetas más o menos similares y en número más o menos variable. No es posible no tener valores. Incluso las personas que no han recibido una educación en valores o no han tenido un modelo de valores, construirán a lo largo de su vida su propio repertorio.
El primer paso es la clarificación de valores de la persona que tenemos en la consulta, sin dejar de lado los valores del terapeuta que debe tener previamente clarificados y ser capaz de identificar cuales de ellos se están activando en cada momento pudiendo incluso entorpecer el proceso terapéutico. El terapeuta ya no es neutro. El terapeuta ahonda en su autoconocimiento e identifica entre sus valores aquellos que más necesita realizar para potenciar una relación terapéutica no solo más eficiente si no también más satisfactoria.
Es difícil pensar que un instrumento psicométrico, una escala o un inventario de valores nos puede ayudar ya que más bien la persona debe construir los suyos a lo largo de su vida, con más o menos influencias.
Ante la dificultad de trabajar con inventarios de valores, podemos trabajar con dominios en los que cada persona apuesta en función de sus valores: la familia, la pareja, el trabajo, la formación, el ocio, la espiritualidad, la amistad, la salud... Y en cada uno de los puntos de esta no exhaustiva lista, el cliente irá dando pistas sobre sus valores. Tanto el objetivo final como todo el proceso de terapia irá en línea con ellos.
A continuación comento algunos valores para utilizarlos como hilo conductor en la terapia, con la premisa del respeto incondicional a cualquier posicionamiento del paciente:
- Familia: para muchas personas, la familia es el valor más importante. Está por encima de todo, y está en todo. Si se detecta este valor, la familia ha de estar tanto en el objetivo de tratamiento como en el mecanismo de acción. Habrá un análisis de la familia, unas tareas para la familia...
- Honestidad: la honestidad incide directamente en la salud, ya que aporta transparencia, armonía, paz, pero a la vez compromiso ya que empezamos por ser honestos con nosotros mismos, no engañarnos, cumplir nuestros compromisos y afrontar la solución de nuestros problemas. Es decir, con un solo valor prevenimos y además intervenimos
- Generosidad: básica para la felicidad. Si buscamos el bienestar del otro, recibimos gratificación doble: ver al otro mejor y el otro nos devuelve como un espejo bienestar. Ser generoso para ser egoísta. En el mejor de los sentidos. Pero sobretodo ese desapego que favorece la generosidad nos ayuda a no ver problemas donde no os hay, a relativizar, a apreciar, a agradecer.
- El perdón y la gratitud, sentimientos positivos. Aunque relacionados con valores cargados de un matiz religioso o espiritual, son básicos para nuestra salud, para nuestra confianza: nos colocan en un estado positivo, asumimos, aceptamos lo que pueda ir mal y reconocemos lo que va bien.
- La fe cura, también con connotación religiosa, pero estar convencido de que uno se va a curar es la mitad del camino, para cualquier tipo de terapia (incluida farmacológica, con el conocido efecto placebo), pero sobretodo interpersonal.
- Y la espiritualidad de cada uno, la confianza en la naturaleza, en la humanidad, son baza importante para el crecimiento personal, la para la mejora de nuestras condiciones actuales, sean trastornos, enfermedades o problemas socioeconómicos.
Como estos, muchos otros aspectos y valores positivos pueden ser el éxito de la terapia si se articulan adecuadamente: bondad, agradecimiento, amistad, simpatía, sencillez, naturalidad, fidelidad, esfuerzo, aprendizaje, apertura, respeto, ecuanimidad, aceptación incondicional .
A cada uno de los valores comentados, le podemos encontrar su contrario, y los identificaremos fácilmente con factores de riesgo para los problemas interpersonales y trastornos mentales.
Interroguemos a nuestros clientes y pacientes por sus valores. Ayudémosles a etiquetarlos y utilicemos su propia lista de valores. Algunas personas pueden necesitar ayuda para distinguir sus valores, de sus creencias o de lo que pueden ser virtudes, distinguir su ética de las expectativas de su entorno. Una vez conoce sus valores, tal como aprende a conocer sus sentimientos y distinguirlos de sus pensamientos, repasamos uno por uno, cual de ellos no se realiza en su vida actual o no ha podido realizar o actualizar hasta ahora. Y la tarea es hacerlo realidad y que ese valor forme parte de su vida. ¿Como hacerlo realidad o como no quebrantarlo? Por una parte, sus objetivos estarán en línea con esos valores, por otra parte, cualquier conducta del día a día, conducta en el sentido amplio, estará en línea con esos valores. Tras un esfuerzo inicial, de aprendizaje, de refuerzo, de equivocarse, y de volver a empezar, se consigue un cambio que se mantiene y realimenta en base a los mismos parámetros. Los valores cambian poco a lo largo de la vida de una persona (pocos valores cambian y en pocas ocasiones), por lo que es una inversión segura.
Además, tenemos una oportunidad de mejorar nuestra sociedad interviniendo en valores positivos.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Pautas para padres de niños con asperger

En primer lugar cabe destacar el perfil que cumplen estos menores. Se trata de niños con rasgos de espectro autista que se manifiestan sobre todo en las deficiencias del desarrollo de las habilidades sociales.
Además haciendo mención a su pseudónimo de autismo de alto funcionamiento, cabe destacar que, al contrario que en los autismos, el trastorno Asperger no va a tener limitadas sus funciones cognitivas a priori.
Los padres de estos niños se percatan de que algo va mal en el desarrollo de éstos, cuando ya desde bebés, no mantienen la mirada hacia sus semejantes, no prestan atención, no dirigen su mirada hacia los objetos y seguidamente a los adultos para que éstos se los faciliten, son poco expresivos a nivel facial, etc.
Cuando acuden al colegio por primera vez, a menudo que transcurra el tiempo las diferencias se irán haciendo más notables en cuanto al nivel de socialización que adquieren los niños en estas etapas evolutivas.
Los padres y educadores se encontrarán pues, que éstos niños a diferencia del resto prefieren jugar solos, no atenderán temas que no les parezcan interesantes (por este motivo es importante dar un refuerzo escolar cuanto antes, adaptado a sus necesidades), y sobre todo, percibirán en ellos que sus conductas sociales pueden estar ausentes o desmedidas según la ocasión.
En este sentido verán también acrecentada su "testarudez" caracterizada en querer jugar o hacer lo que ellos quieren y cómo ellos deseen.
En sus habilidades sociales a simple vista se observarán conductas sociales inapropiadas al momento, como por ejemplo risas que no proceden para un caso en cuestión, llanto que no se adecua al momento vivido en ese instante, etc.
Lo más importante en estos niños y lo que determinará su desarrollo en un futuro es el tipo de educación y apoyo social y familiar que reciba.
PAUTAS EN EDUCADORES Y FAMILIA
Adecuar la materia a impartir es fundamental, ya que estos niños poseen una intolerancia al aburrimiento que conlleva una falta de atención.
Con lo cual digamos que, por ejemplo al aprender las vocales, podemos hacer la materia más atractiva involucrando al niño con lo expuesto. Puede recortar y pintar las vocales asignándole un sexo y una voz para asociar cada una por separado, lo mismo con los números etc.
Además es sumamente importancia seguir una rutina ya que su aprendizaje y estado de ánimo dependerán en gran medida de la seguridad que obtengan. La rutina aporta esta seguridad, en el sentido de que sepan que lo que van a hacer lo conocen y controlan.
En esta línea una característica muy típica e importante en estos niños es la intolerancia al fracaso. La apreciarán cuando le presenten una tarea desconocida y que no se vea capaz de realizar de manera efectiva. Notarán en este sentido una frustración manifestada en enfado y descenso de la autoestima.
Por esto es importante ir incrementando el nivel de las tareas de manera gradual y evitar en todo caso tareas que se sospeche no harán correctamente.
Este punto es debido a que son niños muy perfeccionistas.
La diferencia entre un buen educador, que adapte sus enseñanzas a este tipo de niños, que sea comprensivo para con el trastorno, y refuerce día a día la autoestima; y un educador inadecuado será muy importante en la educación y desarrollo de éstos ya que, en ocasiones podremos llegar a ver verdaderos genios en la materia que le apasione.
Algunas celebridades, científicos, premios nobel, artistas consagrados, etc fueron diagnosticados de Síndrome de Asperger. El motivo de sus logros es debido a que son personas muy constantes y perfeccionistas en las temáticas que les interesan.
La familia aportará un apoyo emocional y social para reforzar el comportamiento del niño.
Es importante que se adapten al problema ya que, al igual que ocurre en padres de niños autistas, sufren variaciones en el estado de ánimo al no percibir muestras de afecto con normalidad por parte de sus hijos.
Es doloroso decirle a tu hijo que le quieres y ver que ni te mira a los ojos y se pone a hacer otra cosa. Es importante saber que estas cuestiones, aunque no siempre tienen que ocurrir, sí que son habituales en estos niños y los padres tienen que ser conscientes de las limitaciones sociales de sus hijos, ya que es la característica principal que definirá este trastorno.
CONCLUSIONES
Cabe por último aconsejar a los padres a que acepten a su hijo tal y cómo es. Para eso si es necesario soliciten ayuda, ya que será muy importante indirectamente en los hijos.
Aunque carezcan de habilidades sociales no quiere decir que no quieran a sus padres y resto de familia y amigos.
Con esfuerzo y dedicación pueden llegar a tener una etapa adulta en la que muestren sus habilidades sociales cada vez menos forzadas o actuadas.

martes, 18 de octubre de 2011

ETAPAS PARA RECUPERARSE DE UNA PÉRDIDA

Para que una persona se recupere de la pérdida de un ser querido, es necesario pasar por las cuatro etapas del duelo, que como todo proceso requiere de cierta maduración en el tiempo. Cuánto tiempo dura cada fase, eso va a depender de cada persona y circunstancia, puede pasar un mes o años antes de que termine el duelo.

Primera etapa: aceptación
La primera reacción ante el conocimiento de una mala noticia casi siempre es la negación. El cerebro humano actúa de este modo como un mecanismo de defensa ante el sufrimiento. También pueden ocurrir desmayos, se trata de otro mecanismo del cuerpo para evitar la angustia.
Esta primera sensación de incredulidad no debe durar demasiado, la persona debe aceptar lo que ocurrió, aceptar que no puede cambiar la realidad para continuar con su vida. Una vez que alcancemos esta primera etapa de aceptación, vamos a estar listos para comenzar el proceso de curación y liberarnos de la angustia que provoca la pérdida.

Segunda etapa: asumir las emociones
Una vez que aceptamos la muerte, hay que asimilar el sufrimiento, tratando de exteriorizarlo, hablando con personas de nuestra confianza, llorando o expresando de cualquier manera el dolor que se lleva dentro.
Hay que ser conscientes de las repercusiones que la muerte trae a nuestras vidas y estado de ánimo, para evitar caer en actitudes nocivas, como puede ser perder el interés por uno mismo y dejar de alimentarnos bien.

Tercera etapa: adaptación
Una vez que hayas descargado todas tus emociones debes volver a la rutina diaria. Tienes que aprender a vivir con la ausencia, continuar con tu trabajo, retomar tus estudios y tus relaciones sociales. Debes ocupar la cabeza con las mismas cosas a las que siempre te dedicaste, y ya verás como el tiempo te ayuda a sobrellevar el dolor.

Cuarta y última etapa: interiorización
Cuando hayas retomado tu rutina diaria, la cuarta y última etapa del duelo llegará con el paso del tiempo, y quizás no seas consciente de ello. Si continúas con tu vida activamente, saliendo a la calle para distraerte y ocupando todas las horas del día haciendo alguna actividad que requiera concentración, te será más sencillo asimilar completamente la muerte.

jueves, 29 de septiembre de 2011

MODIFICACIÓN DE LA CONDUCTA EN NIÑOS

Nos encontramos que las conductas o comportamientos a tratar son variadas. Se llaman problemas cotidianos de conducta, aunque es difícil catalogarlos de “problema” puesto que en la mayoría de los casos se interpretan como el producto de la crisis que genera el desarrollo interactivo entre un niño y sus padres.
El más común de este tipo de conflictos es la desobediencia. Este tipo de comportamiento es entendido como el producto de un déficit en el control y manejo de contingencias por parte de los padres, o bien como el producto del déficit en los repertorios de seguimiento de instrucciones en el niño.
Muy asociado a este conflicto está el llamado “Negativismo” que supone una añadido comportamiento verbal o no ante la instrucción.
Si partimos de la base de la existencia de comportamientos de desobediencia o negativismo y reconocemos que hay un déficit en el manejo y control de contingencias por parte de los padres o un déficit de repertorios en el niño, no debemos olvidar la importancia del deterioro que ocurre en la historia de interrelaciones padre-madre-hijo, cuando ésta, inevitablemente, genera métodos de control coercitivo, donde el propio padre-madre se convierten en estímulos aversivos y viceversa.
Todo esto genera trastornos en la conducta de comer, dormir, bajo rendimiento escolar, sentarse, conflictos fraternales, etc.

OBJETIVOS.
El programa de intervención tiene como objetivo el aprendizaje y establecimiento de nuevas relaciones contingenciales, de manera que se establezcan conductas y comportamientos que sean más adecuados, adaptados y gratificantes para los sujetos.
La intervención se realizará utilizando todo el ambiente del niño, lo que permite un mejor análisis de las relaciones contingenciales del niño, así como facilitar su organización.
Para todo esto se solicita la total disponibilidad de los padres, ya que es parte del programa, la creación de nuevos patrones de comportamiento eficaces para la administración de contingencias, lo que en la práctica supone el aprendizaje de habilidades o pautas para la administración de contingencias en relación a las conductas de su hijo, con lo que se logra proporcionar repertorios funcionales a las madres y padres para enfrentarse con cierto margen de éxito a conductas futuras de sus hijos.

LA MODIFICACIÓN DE CONDUCTA.
Consiste en diseñar una situación estructurada de aprendizaje en la que el comportamiento deseado es reforzado o fortalecido.
Antes de pasar a explicar las posibles técnicas, voy a ofrecer una serie de recomendaciones para conseguir la efectividad del programa:
- La rutina es indispensable, es decir hay que ser constantes en cuanto a las normas establecidas y las actitudes de los padres.
- Las actuaciones siempre deben ser proporcionadas y razonadas.
- Evitar los castigos físicos, gritos, amenazas etc. El establecimiento de reglas explicitas suele ser más efectivo.
- Se debe registrar (anotar por escrito ) las conductas realizadas por el niño o niña y las recompensas positivas o negativas utilizadas.

PROGRAMA
El primer paso del programa sería establecer junto con el niño/niña un Contrato Conductual. En él, se especificaran las normas, actitudes y comportamientos deseados y sus consecuencias, así como de los comportamientos no deseados.

TÉCNICAS PARA INCREMENTAR CONDUCTAS DESEABLES
- Recompensas sociales (atención, alabanzas, afecto…) y recompensas materiales.
- Economía de fichas: supone la presentación contingente de reforzadores tangibles (fichas, puntos o pegatinas) que pueden intercambiarse después por otro tipo de reforzadores variados (TV, juguetes, salidas o actividades lúdicas). Esto permite mantener y aumentar una gran cantidad de conductas. Aspectos fundamentales de esta técnica supone que la fichas han de convertirse realmente en reforzadores generalizados como tales, para lo que hay que emplear al principio razones de intercambio muy pequeñas y aumentarlas progresivamente. También se han de elegir reforzadores de intercambio poderosos, se les da a escoger aquellos que pueden conseguir al final de la semana. El sistema funciona bien cuando las reglas y contingencias se revisan periódicamente, y los reforzadores realmente los son.
- El contrato de contingencias, implica un acuerdo generalmente por escrito, que especifica las conductas deseadas que el niño deberá realizar, y las consecuencias especificas que le seguirán y que se aplicaran estrictamente.

TÉCNICAS PARA DISMINUIR CONDUCTAS
- El castigo positivo hace referencia a la presentación contingente de alguna consecuencia aversiva que reduzca la conducta en cuestión. Por ejemplo, puede ir desde reprimendas verbales hasta confinamiento en algunos casos. El problema es que tiene efectos secundarios.
- Una alternativa podría ser procedimiento de tiempo fuera, que se refiere al aislamiento del individuo del entorno reforzante, durante un corto periodo de tiempo cada vez que ocurre el comportamiento disocial. El objetivo es que durante este periodo no haya posibilidad alguna de que su conducta resulte reforzada. En general se recomienda tiempos cortos de cinco a diez minutos.
- Un procedimiento que se puede utilizar cuando esta en uso alguno de reforzamiento positivo, (por ejemplo la economía de fichas) es el coste de respuesta, que implica la perdida de algún reforzador cada vez que ocurre laguna conducta poco deseable. Por ejemplo el niño pierde fichas que haya ganado con anterioridad. Se puede aumentar su eficacia proporcionando al niño oportunidades extras para ganar puntos o fichas cuando realiza conductas adecuadas.
- La extinción es la retirada de reforzamiento positivo que con anterioridad seguía a una conducta. Típicamente se utiliza al ignorar o retirar la atención social de la conducta inapropiada del niño.
Ojo!Cuando la rabieta de la niña/niño o la actividad motriz sea excesiva, antes de aplicar ninguna técnica es necesario relajar al niño/niña, esperar unos minutos y pasar inmediatamente a explicarle la consecuencia de su conducta razonándolo con él . Si es consciente de lo que ha ocurrido, si intenta mejorar su conducta, hay que reforzarlo de inmediato, pero en este caso con alabanza o una muestra de afecto.
A modo de conclusión he de destacar la importancia que tiene la paciencia de todos los miembros que forman el entorno familiar.

martes, 13 de septiembre de 2011

Ataques de Pánico

Para aquellos que están buscando terminar con los ataques de pánico o desórdenes de ansiedad, la terapia cognitiva conductual es un tratamiento a considerar.

Millones de personas en todo el mundo están enfrentando trastornos de ansiedad y ataques de pánico, y esto puede debilitar tanto a la personalidad como al cuerpo, Un gran número de personas toman medicamentos para controlar estos problemas, pero esta opción no es buena para todos.

¿Qué es la terapia cognitiva conductual?

Una persona que utiliza esta terapia para los ataques de pánico u otros trastornos similares obtiene una serie de “herramientas” que puede utilizar para enfrentar estos problemas y experimentarlos con menor frecuencia. La terapia está diseñada para reformular la forma en que una persona piensa para que los pensamientos y sentimientos previos no vuelvan a disparar respuestas específicas, en este caso, un ataque de pánico.

La terapia cognitiva conductual siempre debería hacerse con la ayuda de un experto en el tema, para evitar cualquier tipo de trauma en el paciente.

Aunque este tipo de terapia muchas veces puede ser incómoda para el paciente, hay que “empujarlo” de alguna forma para que comience a recuperarse de esos desórdenes.

¿Cómo funciona este tratamiento con los ataques de pánico? 

En el caso de los ataques de pánico y otros trastornos de ansiedad, una persona por lo general experimenta este tipo de sensaciones en determinadas situaciones. Esta terapia se utiliza para demostrarle a esa persona que no necesita llegar a ese nivel de ansiedad, y que esa reacción es desproporcionada con el evento o dificultar que le causa ese problema.

Puede ser difícil y estresante para una persona con ataques de pánico estar expuesta a la fuente que le genera esa ansiedad, pero la ansiedad no puede permanecer en niveles de pánico para siempre, y cuando la terapia se hace correctamente, puede arrojar resultados sumamente positivos.

Al principio, algunas personas que experimentan este tipo de problemas sienten que los ataques empeoran durante las primeras semanas de tratamiento, debido a la exposición a situaciones que les causan esos problemas. Sin embargo, a medida que transcurre el tratamiento, el paciente comienza a aceptar diferentes sentimientos, sensaciones, lugares y eventos sin que se dispare un ataque.

Los ataques de pánico son un tema serio, y pueden desembocar en desórdenes aún más graves si no son tratados, por lo que se recomienda que busquen una forma de controlarlos. La terapia que aquí se sugiere es simplemente uno de los métodos utilizados, pero hay muchos otros. Este método permite que la gente conquiste su pánico, aprendan a controlarlo y como resultado final, vuelvan a su vida normal.

lunes, 29 de agosto de 2011

PROBLEMAS DE INSOMNIO

Las técnicas psicológicas tradicionalmente más utilizadas han sido:
1.-Entrenamiento en relajación.
2.-Diversas formas de biofeedback y
3.-Control de estímulos

Sin embargo, las dos primeras han disminuido notablemente, consolidándose la tercera junto a:
1.- La restricción del tiempo de sueño.
2.-Las estrategias cognitivas
3.-Programas de higiene del sueño.

Estas estrategias pueden emplearse aisladamente o de forma conjunta dentro de un mismo programa de intervención.

Entrenamiento en relajación:
El entrenamiento en relajación puede contribuir a modificar el patrón de respuesta disfuncional que presentan los pacientes a través de las siguientes vías:
• Desarrollando una habilidad de autoaplicación para reducir la activación durante la vigilia y, más específicamente, disminuir la sobreactivación en el momento de intentar dormir.
• Proporcionando una alternativa cognitiva a los pensamientos interferentes que pueden presentarse en la cama.
• Facilitando a los pacientes una forma alternativa de comportamiento que puede contribuir a aumentar la percepción de control y autoeficacia.


Control de estímulo:
El control del estímulo consiste en el seguimiento, por parte del paciente de una serie de instrucciones que persiguen, básicamente, dos objetivos:
1. Debilitar la asociación entre estímulos antecedentes presentes en el momento de intentar dormir y la conducta de no dormir u otras conductas favorecedoras de ésta.
2. Fortalecer la relación entre tales estímulos antecedentes y la conducta deseada de dormir.
La técnica se basa en el hecho de que, en muchos casos, estímulos antecedentes, como la hora del día, la cama o la habitación, han sido asociados con actividades como leer, ver la televisión, etc. que pueden favorecer el estado de vigilia incompatible con el sueño. La eliminación de este tipo de conductas en este contexto, pretende debilitar la asociación perjudicial "estimulo-respuesta" y facilitar que, en presencia de estos estímulos antecedentes, se pueda desarrollar, de nuevo, el hábito de dormir.
Así mismo, puesto que los pacientes insomnes suelen dormir en presencia de otros estímulos antecedentes (durante el día, en un sillón), se considera que eliminando esta asociación, será mayor la probabilidad de que duerman ante los estímulos más apropiados.
Para conseguir estos objetivos, se plantea al paciente que, diariamente, debe seguir con fidelidad instrucciones como las diseñadas por Bootzin (Tabla 5.1.). Se asume que la repetición de estas instrucciones favorecerá el debilitamiento y el fortalecimiento de los vínculos estímulo-respuesta, respectivamente inapropiados o deseados.
Diversos estudios han mostrado la eficacia de esta estrategia y su superioridad respecto a otras técnicas psicológicas como entrenamiento en relajación. Sin embargo, en la práctica clínica su aplicación puede resultar difícil, por la falta de adherencia de los pacientes al seguimiento riguroso de las normas. Para prevenir o solucionar este problema, Bootzin destaca la importancia de las siguientes medidas:
1. Explicar al paciente el razonamiento que justifica cada una de las instrucciones, en lugar de darle la hoja de instrucciones y decirle que las siga.
2. Comprobar periódicamente cómo está utilizando el paciente las instrucciones.
Hauri ha destacado que la actividad cognitiva negativa en la cama (preocupaciones, cavilaciones, etc.) suele estar presente en la mayoría de los casos de insomnio. Sin embargo, discrepando de Bootzin, señala que conductas como leer o ver la tv. en la cama, en algunos casos pueden favorecer el sueño, como consecuencia de dos efectos : desactivador y otro distractor, que puede neutralizar la actividad cognitiva inteferente. En estos casos Hauri anima a los pacientes a leer en la cama..
Siguiendo el planteamiento de Bootzin, Buceta et. al sugieren que también la actividad desactivadora o distractora se lleve a cabo fuera de la cama, en un lugar cercano a ella. De esta forma se está reservando la cama solo para dormir. Una vez en la cama, como medida complementaria, podrá utilizar algún tipo de autoinstrucción que disminuya su activación y evite la actividad cognitiva interferente.
Respecto a las instrucciones de "levantarse a la hora prevista con independencia del tiempo que se haya dormido" y "no dormir durante el día", para propiciar su correcta aplicación puede ser conveniente utilizar estrategias como programar actividades ineludibles a primera hora de la mañana y en general, planificar el día con actividades que impidan dormir en los momento y situaciones de mayor riesgo.
En general, el control del estímulo es una estrategia útil cuando están presentes las condiciones señaladas anteriormente, pero innecesaria cuando se trata de pacientes en los que predominan, sobre todo, niveles elevados de activación, o en casos en que no se detecten las asociaciones apuntadas entre estímulos y respuestas relevantes.

Restricción del tiempo de sueño
La restricción del tiempo de sueño consiste en limitar el tiempo que el paciente dedica a dormir y a estar en la cama, con el objetivo de que se produzca una privación de sueño que favorezca la conducta de dormir en el tiempo restringido disponible, aumentando el tiempo, progresivamente, en la medida que el paciente consiga una mayor eficiencia del sueño.
La aplicación de esta estrategia supone que el paciente no puede dormir durante el día, ni en otro lugar diferente a su cama, debiendo levantarse, ineludiblemente, a una hora predeterminada. Además, se limita el tiempo que puede estar en la cama, estableciéndose, inicialmente, un período inferior al que habitualmente suele dormir.
Esta limitación debe mantenerse durante un período acordado con el paciente, observándose en ese tiempo el mismo conseguido. Pasado este período, si el paciente ha sido capaz de dormir el 90% del tiempo asignado, éste se incrementará en 15 minutos para el siguiente período y así sucesivamente hasta conseguir una cantidad de sueño razonable. Del mismo modo, si el paciente no ha sido capaz de dormir al menos el 80% del tiempo programado, éste deberá deducirse en 15 minutos en el siguiente período, y así hasta conseguir el 90%, a partir de este momento, el tiempo aumentará progresivamente en cada período sucesivo, siempre que el paciente continúe logrando este porcentaje de eficiencia de sueño.
Requiere que el paciente esté dispuesto a respetar las normas durante el tiempo acordado. Para ello, se le debe explicar el razonamiento que justifica esta medida. Además, para conseguir un nivel adecuada de adherencia, pueden ser útiles medidas como:
• Establecer inicialmente períodos "de prueba" cortos que reduzcan la probabilidad de abandono.
• Planificar actividades incompatibles con la conducta de dormir o meterse en la cama que ayuden a controlar los momentos de mayor riesgo.
• Proporcionar al paciente apoyo terapéutico permanente.
Así mismo, el paciente debe saber que se encontrará somnoliente y cansado durante el día, pero que si cumple las reglas, este déficit de sueño es el que, tarde o temprano, le ayudará a dormir durante la noche.
La restricción del tiempo de sueño ha mostrado su eficacia en diversos estudios, combinada en ocasiones con normas de higiene del sueño e instrucciones para el control del estímulo.

Higiene del sueño:
El objetivo es que el paciente adquiera hábitos saludables que favorezcan el sueño. Para ello, se le informa sobre estos hábitos y se le ayuda a planificar y levar a cabo las medidas pertinentes. Algunas de estas medidas coinciden con las instrucciones de otras estrategias, por ejemplo, levantarse siempre a la misma hora por la mañana con independencia del tiempo que se haya dormido, no dormir durante el día, y no estar en la cama más tiempo del necesario para dormir.
Ahora bien, para que el paciente insomne cambie sus hábitos, es importante explicarle el razonamiento que subyace y también ayudarle a planificar y realizar tales medidas.
Por tanto, mejorar la higiene sobre el sueño no se limita a ofrecerle una serie de instrucciones, sino que abarca la formación amplia del paciente sobre los aspectos que pueden perjudicar o beneficiar la conducta de dormir, es decir, estímulos antecedentes, estados del organismo, estímulos consecuentes y comportamientos personales que pueden incidir sobre todos estos. Además, la aplicación de esta estrategia debe incluir la selección, planificación y puesta en funcionamiento de las medidas concretas que sean más apropiadas en cada caso particular.
La higiene del sueño es un procedimiento que ha resultado eficaz en diversos estudios, siendo muy conveniente en cualquier programa de tratamiento como estrategia complementaria. La adquisición de hábitos favorecedores del sueño es una medida beneficiosa para el tratamiento del insomnio y, una vez superado el problema, para prevenir posibles recaídas.

Técnicas cognitivas:
La aplicación de técnicas cognitivas se centra en dos grandes objetivos: el control de la actividad cognitiva interferente en momentos concretos, sobre todo, cuando el paciente está en la cama y no puede dormirse, o en presencia de estímulos antecedentes de riesgo; y por otra parte, en la modificación de creencias, actitudes, expectativas y/o valoraciones perjudiciales sobre aspectos relevantes relacionados con el insomnio, como por ejemplo, las conductas de dormir y no dormir, las posibles consecuencias de estas conductas, el uso y los efectos del tratamiento, el control que se tiene sobre la situación, etc.
Respecto al primer objetivo, diversas estrategias han sido utilizadas con la intención de eliminar la actividad cognitiva disfuncional en la cama, generalmente como complemento de otros procedimientos. Entre ellas:
• El uso de la imaginación para desviar la atención de los pensamientos disfuncionales que impiden el sueño.
• La concentración en una actividad monótona favorecedora del sueño e incompatible con la actividad cognitiva interferente.
• Las autoafirmaciones y autoinstrucciones que ayudan a estar relajado mientras se intenta dormir, o contribuyen a recordar cuál es el objetivo concreto que se persigue y qué es lo que se debe hacer.
• La detención del pensamiento para eliminar drásticamente los pensamientos interferentes.
La finalidad es ayudar al paciente a afrontar momentos concretos de riesgo. Estas técnicas pretenden sustituir la actividad cognitiva perjudicial por otra más saludable.
En la misma línea que hemos señalado en el caso de otras estrategias, para que estos procedimientos sean eficaces, no basta con indicar qué es lo que tiene que hacer, sino que es necesario entrenar al paciente para que domine la autoaplicación de cada estrategia que se considere oportuna. Se puede ensayar la estrategia elegida utilizando situaciones simuladas en imaginación o role-playing, finalizado el ensayo, paciente y terapeuta deben comentar la experiencia y obtener las conclusiones pertinentes para perfeccionar el procedimiento, continuando el trabajo en esta dirección hasta que el paciente sea capaz de autoaplicarlo eficazmente en la situación real.
Las técnicas cognitivas también pueden aplicarse para controlar la actividad cognitiva que puede favorecer la conducta de dormir en presencia de "estímulos de alto riesgo" no deseados, por ejemplo, cuando el paciente tenga sueño después de comer. El paciente debe ser entrenado convenientemente para poder aplicar las estrategias que procedan, aprendiendo a controlar las situaciones de mayor riesgo.
En cuanto al segundo objetivo, determinadas creencias, actitudes, expectativas y valoraciones disfuncionales pueden influir en la disposición del paciente a reaccionar de forma perjudicial cuando está en la cama; por ello, detectarlas y modificarlas puede ser determinante para alterar favorablemente el curso del insomnio.
Como señala Buceta, las creencias y actitudes disfuncionales, en general bastante estables, pueden propiciar la aparición de expectativas erróneas y perjudiciales respecto a lo que va a ocurrir, y favorecer la interpretación, también sesgada y disfuncional, de lo que sucede, influyendo, en ambos casos, en el desarrollo y la consolidación del insomnio. Si un paciente tiene muy consolidada las creencias de que "no puede dormirse si no toma la medicación", es muy probable que desarrolle una expectativa concreta en esta línea.
Este tipo de expectativas previas y valoraciones posteriores, casi siempre sesgadas y erróneas, suelen estar presentes al inicio del tratamiento psicológico, cuando el paciente aún no comprende bien, ni el objetivo concreto del trabajo terapéutico, ni lo que puede esperar de éste a corto y largo plazo, ni tienen en cuenta los efectos inmediatos del abandono de la medicación u otras cuestiones relevantes; además, pueden mantenerse, en muchos casos, a lo largo de la intervención, dificultando la posible acción de otras estrategias y conduciendo, en ocasiones, al abandono del tratamiento.
En muchos casos, la modificación de creencias y actitudes debe aplicarse, dentro del programa terapéutico, en interacción con el uso de estrategias cognitivas de afrontamiento. En este sentido, por un lado, la intervención cognitiva puede dirigirse a debilitar y sustituir las creencias y actitudes perjudiciales que afectan negativamente a las expectativas previas, a las valoraciones "in situ" y, en última instancia, al comportamiento del paciente; por otro lado, la intervención cognitiva puede ayudar al paciente a enfrentarse adecuadamente a sus propias creencias, actitudes, expectativas y valoraciones erróneas en el momento de mayor riesgo y, además, siguiendo el procedimiento de la terapia cognitiva, las experiencias de enfrentamiento a las situaciones de riesgo, podrán ser empleadas para la obtención de evidencia empírica que contribuya a modificar las creencias y actitudes disfuncionales, estableciéndose, de este modo, una interacción muy beneficiosa.
La eficacia de las estrategias cognitivas de afrontamiento, depende en gran medida de su congruencia con creencias, actitudes y expectativas relativamente estables, y de ahí la importancia de centrar la intervención en ambos frentes. En casos como el anterior, el trabajo previo sobre las creencias, las actitudes y las expectativas puede facilitar el camino de las estrategias cognitivas y de afrontamiento, y éstas a su vez, el de otras estrategias de intervención, ayudando todo ello, a la recogida de valiosos datos que podrán utilizarse, posteriormente, para continuar el trabajo de modificación de las creencias, las actitudes y las expectativas.

Intención paradójica:
La estrategia utilizada por Buceta, de cambiar el objetivo de "dormirse" por el de "estar a gusto en la cama", sugiere que, en algunos casos, es importante eliminar la ansiedad asociada al objetivo de "tener que dormirse". En la misma dirección se sitúa la técnica de intención paradójica, aunque en este caso el objetivo es que el paciente "esté despierto tanto tiempo como sea posible".
Los resultados hasta la fecha han sido contradictorios. Sin embargo, es probable que funcione en combinación con otras estrategias cognitivas. Así, en la investigación de Sanavio, resultó eficaz el "paquete" compuesto por reestructuración cognitiva, intención paradójica y detención del pensamiento.
Es importante no olvidar que no se puede establecer un objetivo paradójico sin que se haya preparado al paciente para ello; esto implica, generalmente, trabajar con anterioridad en la modificación de sus creencias respecto a cuestiones como "el tiempo que debe dormir" o "las consecuencias de dormir poco por la noche", así como haber previsto alguna estrategia de afrontamiento para controlar la posible actividad interferente en la cama y ayudar a que el paciente recuerde y se centre en su objetivo (stop, recuerda que tu objetivo es permanecer despierto, recuerda que durante unos días no importa que duermas menos horas, céntrate en tu objetivo, estar despierto todo el tiempo posible).

Tratamientos combinados:
La combinación de dos o más estrategias, con objetivos específicos diferentes, puede resultar muy apropiada en numerosos casos, siendo la alternativa que en la actualidad se utiliza con mayor frecuencia.
Un interesante ejemplo que ilustra la interacción entre diferentes técnicas ha sido expuesto por Jacobs, para comprobar la eficacia de tres estrategias combinadas: la higiene del sueño, el control del estímulo y la relajación. Todos los sujetos fueron sometidos a las dos primeras estrategias, luego la mitad de ellos continuo este tratamiento y a la otra mitad se le aplicó relajación. Al finalizar, ambos grupos mejoraron, pero significativamente en mayor medida el grupo que utilizó la relajación.
Los tratamientos combinados deben adaptarse a las demandas de cada paciente, seleccionándose las estrategias en función de las necesidades existentes, en lugar de acudir a los "paquetes estandarizados". Cada tratamiento, por tanto, puede ser diferente, incluyendo dos, tres o más estrategias. En resumen, en una intervención combinada podrían incluirse estrategias como las siguientes:
• La higiene del sueño
• La relajación (y/o el biofeedback EMG)
• La restricción del tiempo de sueño
• El control del estímulo
• La modificación de creencias, actitudes, expectativas y valoraciones disfuncionales
• Las autoafirmaciones y autoinstrucciones
• La intención paradójica.
Del mismo modo que no es necesario aplicar todas estas estrategias, tampoco es conveniente utilizar al mismo tiempo y desde el primer momento las que en cada caso se hayan elegido; por el contrario, éstas deberán introducirse de forma escalonada, en función de las prioridades existentes.
En general, es más recomendable que los pacientes utilicen menos estrategias pero que las usen correctamente, a querer abarcar un amplio número de técnicas a costa de confundirlos y sobrecargarlos.

Pacientes con medicación:
Muchos pacientes insomnes están sometidos a terapia farmacológica. En estos casos, uno de los objetivos que debe considerar la intervención psicológica es que el paciente abandone la medicación, contando con el consentimiento y las directrices del médico.
En un estudio realizado por Hauri, 26 sujetos insomnes fueron tratados con relajación y normas para mejorar la higiene del sueño. La mitad de ellos abandonaron la medicación al comenzar el tratamiento, mientras que la otra mitad continuó utilizando los fármacos cuando lo consideró conveniente. Al finalizar, todos los sujetos mejoraron en la latencia y la eficiencia del sueño, pero diez meses después, los que abandonaron la medicación mostraron mejores patrones de sueño que los que siguieron tomándola. Se sugiere que la dependencia de la medicación, reduce, a medio plazo, los posibles beneficios de las técnicas psicológicas, sugiriendo que uno de los objetivos de la intervención debe ser, precisamente, ayudar a los pacientes a abandonar la medicación.
El momento del tratamiento en el que el paciente debe intentar dormir sin la ayuda de fármacos dependerá, por un lado, del consejo del médico y, por otro, de que se encuentre psicológicamente preparado. Con este propósito, el trabajo del psicólogo debe centrarse en:
• Modificar las creencias, actitudes y expectativas del paciente respecto a los efectos, los problemas y la conveniencia/inconveniencia de la medicación.
• Entrenar al paciente para que domine las habilidades pertinentes y fortalezca su autoconfianza, con el fin de que pueda intentar eficazmente el abandono de la medicación y afronte los inevitables efectos negativos
• Utilizar su habilidad como terapeuta para detectar el momento apropiado en el que el paciente debería intentar el abandono de la medicación con éxito.
En muchos casos, el momento de abandonar la medicación constituye una situación muy temida para los pacientes. Este temor puede neutralizarse programando "días de prueba", recogiendo información sobre la experiencias. Estos "días de prueba" no deben programarse hasta que el paciente se encuentre preparado para afrontarlo con éxito; en general, este momento habrá llegado cuando estén presentes los siguientes requisitos:
1. Que, respecto al tratamiento, el sujeto haya desarrollado un estilo de funcionamiento caracterizado por el compromiso personal y el autocontrol del proceso,
2. que disponga de habilidades para intentar dormir sin la medicación y
3. que sus creencias, actitudes y expectativas sean favorables para realizar el intento.
Cuando el terapeuta considera que ha llegado este momento, debe plantear al paciente la conveniencia de, por ejemplo, un par de días de prueba durante la siguiente semana, explicándole las razones y las ventajas de hacerlo y anticipándole también sus posibles consecuencias. Posteriormente, debe implicar al paciente en la decisión terapéutica y planificar, junto a él, el plan a seguir en esos días.
Durante el día siguiente a cada noche de prueba es aconsejable que el paciente pueda ver brevemente, o llamar por teléfono, al terapeuta, para comentarle las principales incidencias de la prueba y que éste pueda reforzarlo por el intento realizado y hacerle algunas sugerencias para la siguiente prueba.



jueves, 11 de agosto de 2011

Depresión postvacacional

La depresión postvacacional se supera en varios días, según los psicólogos.Los principales síntomas de este síndrome son la tristeza, la falta de sueño y la ansiedad.

Son muchos los españoles que estos días vuelven de nuevo a su trabajo después de disfrutar sus vacaciones de verano. Algunos de ellos se enfrentarán a la temida depresión postvacacional, un síndrome que se sufre tras regresar a la rutina diaria.

Los psicólogos aseguran que se pasa "a los pocos días", tras un "breve" periodo de adaptación. La depresión postvacacional es más bien una "semidepresión" que afecta principalmente a jóvenes, mujeres y niños, y que se caracteriza por un sentimiento de tristeza, falta de sueño y ansiedad, afirman los expertos.

Se trata "de una semidepresión causada por un sentimiento negativo producido por la incorporación a una situación que no nos produce satisfacción y que se pasa, como mucho, en una semana". "No se trata tanto de la vuelta de las vacaciones como del trabajo en sí", ya que, según este experto, si una persona es valorada en su trabajo y realiza una labor creativa y satisfactoria "no tendría por qué costarle tanto incorporarse".

No se trata de una depresión como tal, ya que no necesita tratamiento y se pasa a los pocos días, pero si es cierto que determinadas personas padecen este síndrome, que se caracteriza por no dormir bien, episodios de ansiedad, taquicardias y tristeza. En unas personas es más acusado que en otras y lo padecen más aquellos que ya tenían problemas laborales antes de las vacaciones y la incorporación al trabajo se les presenta angustiosa.

Se recomienda a todos aquellos que hayan padecido los síntomas del síndrome que, para el año que viene, "anticipen en varios días, si es posible, el inicio progresivo a la actividad" y que consideren la vuelta a la rutina "como un problema pasajero que debemos afrontar adecuadamente".

Según Javier Sanz, doctor en Psiquiatría del Hospital madrileño 12 de Octubre, existe "un problema de concepto", ya que "considerar como patológica una reacción normal ante una situación que no nos satisface no es correcto y sí poco saludable para la población".

"Sentir tristeza, decaimiento, insatisfacción o infelicidad no quiere decir que se padezca una depresión, que es una enfermedad con un tratamiento y unos síntomas determinados", precisa Sanz.

viernes, 1 de julio de 2011

La dislexia se asocia con dificultades también para distinguir patrones musicales

La Universidad de Cambridge (Reino Unido) aseguran que la dislexia que sufren muchos niños, y les crea dificultades en la lectura, puede estar relacionada con una dificultad mayor para detectar los patrones rítmicos de música.

Según explican los autores de este hallazgo, Martina Huss y Usha Goswami, en un artículo en la revista ‘Cortex’, en la investigación encargaron a un grupo de niños de 10 años, con y sin dislexia, la tarea de escuchar una serie de canciones cortas basadas en simples estructuras métricas que, en ocasiones, apenas variaban entre si en apenas una nota.

martes, 21 de junio de 2011

LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

La inteligencia emocional posibilita la eficacia de la conducta emocional, que tributa al éxito en la competencia social, constituye el vínculo entre los sentimientos, el carácter y los impulsos morales.

La inteligencia emocional nos permite tomar conciencia de nuestras emociones, comprender los sentimientos de los demás, tolerar las presiones y frustraciones que soportamos en el trabajo, acentuar nuestra capacidad.
La inteligencia emocional enfatiza el papel preponderante que ejercen las emociones dentro del funcionamiento psicológico de una persona cuando ésta se ve enfrentada a momentos difíciles y tareas importantes.

La clave del éxito del desarrollo de la inteligencia emocional en la escuela y otros contextos, se encuentra en el propio desarrollo personal, en el esfuerzo de cada uno de los sujetos implicados, a su ritmo y desde la introspección, la toma de conciencia y la voluntad de cambio y mejora continua de cada uno de ellos.
Se manifiestan insuficiencias en la formación de la personalidad que evidencian una inadecuada inteligencia emocional para el autocontrol de las emociones ante diversas situaciones de la vida.

La propuesta de un conjunto de acciones educativas coherentes e integrales posibilita el desarrollo de la inteligencia emocional para la actuación positiva ante la solución situaciones de la vida.

lunes, 13 de junio de 2011

El síndrome de burnout o síndrome de quemarse por el trabajo

Consecuencias del burnout.
1.-Consecuencias para el trabajador
El trabajador se va viendo afectado poco a poco en su salud, debido a la exposición a unas determinadas condiciones de trabajo que no le resultan controlables, a pesar de poner en juego todos sus recursos personales (INSHT, 2006). Se produce un deterioro general: cognitivo, emocional, conductual y físico.
Los síntomas de burnout pueden ser agrupados en físicos, emocionales y conductuales (Cherniss, 1980 b) (Maslach, 1982):

a.Síntomas físicos: malestar general, cefaleas, fatiga, problemas de sueño, úlceras u otros desórdenes gastrointestinales, hipertensión, cardiopatías, pérdida de peso, asma, alergias, dolores musculares (espalda y cuello) y cansancio hasta el agotamiento y en las mujeres pérdida de los ciclos menstruales.
b.Síntomas emocionales: distanciamiento afectivo como forma de autoprotección, disforia, aburrimiento, incapacidad para concentrarse, desorientación, frustración, recelos, impaciencia, irritabilidad, ansiedad, vivencias de baja realización personal y baja autoestima, sentimientos depresivos, de culpabilidad, de soledad, de impotencia y de alineación. Predomina el agotamiento emocional, lo que lleva a deseos de abandonar el trabajo y a ideas suicidas.
c.Síntomas conductuales: conducta despersonalizada en la relación con el cliente, absentismo laboral, abuso de drogas legales e ilegales, cambios bruscos de humor, incapacidad para vivir de forma relajada, incapacidad de concentración, superficialidad en el contacto con los demás, aumento de conductas hiperactivas y agresivas, cinismo e ironía hacia los clientes de la organización, agresividad, aislamiento, negación, irritabilidad, impulsividad, atención selectiva, apatía, suspicacia, hostilidad, aumento de la conducta violenta y comportamientos de alto riesgo (conducción suicida, juegos de azar peligrosos).
Estos síntomas tienen unas consecuencias negativas hacía la vida en general, disminuyendo la calidad de vida personal y aumentando los problemas familiares y en toda la red social extralaboral del trabajador, debido a que las interacciones se hacen tensas, la comunicación termina siendo deficiente y se tiende al aislamiento.

2.-Consecuencias para la organización
Los síntomas burnout tienen también consecuencias laborales negativas que afectan a la organización y al ambiente de trabajo y se manifiestan en un progresivo deterioro de la comunicación y de las relaciones interpersonales (indiferencia o frialdad); disminuye la productividad y la calidad del trabajo y, por tanto, el rendimiento, que afecta a los servicios que se prestan. Surgen sentimientos que abarcan desde la indiferencia a la desesperación frente al trabajo; se da un alto absentismo, con una mayor desmotivación, aumentan los deseos de dejar ese trabajo por otra ocupación con un creciente nivel de desmoralización y se puede llegar o a una reconversión por parte de afectado profesional o al abandono de la profesión.

Si la organización no favorece el necesario ajuste entre las necesidades de los trabajadores y los fines de la institución, se produce una pérdida de la calidad de los servicios como consecuencia de todo ello, que no es más que la expresión de una desilusión.

El Control de la Ira en el Lugar de Trabajo

Recomendado para:
1.Personas que se enfadan en el trabajo.
2.Personas que quieren promocionarse en su empresa.

La incapacidad para controlar la ira en el trabajo supone un grave riesgo de descarrilamiento en la vía hacia el éxito. Este ejercicio le ayudará a controlar su ira mostrándole cómo manipular la ira para mejorar su actividad. De manera concreta, le proporcionará algunas estrategias de eficacia demostrada para afrontar las cinco provocaciones de la ira más corrientes que tienen lugar en cualquier trabajo.

Información
Cada una de las provocaciones mencionadas en este ejercicio es peculiar y requiere una estrategia de control diferente. Sin embargo, el atleta de la ira pone en práctica cada uno de los siguientes conceptos al afrontar cada provocación que sufre en su trabajo.

Control de inmediato: la activación airada
No es en absoluto conveniente mostrar una excitación emocional inapropiada en el lugar de trabajo, sobre todo si no es usted el jefe. Esa actitud refleja que no se domina a sí mismo e impide un rendimiento máximo. Convierta la activación airada en energía dirigiéndola hacia sus actividades laborales. Sí está demasiado enfadado para sentarse y ser "creativo", utilice su activación airada para avanzar en el trabajo, de modo que por lo menos obtenga algún resultado positivo. Esto le ayudará a sentirse productivo y le proporcionará una sensación de dominio de sí mismo; así puede "volver" y afrontar de manera productiva el origen de su ira.

Reconozca que desea conservar su empleo
He aquí algunos comentarios que suele hacer la gente cuando se enfadan en el trabajo:

"Así son las cosas". "No puedo hacer nada al respecto". "Tengo que aceptarlo". "No es tan terrible". Todas ellas son afirmaciones muy influyentes para manejar la ira en el ambiente laboral. Sin embargo, aunque en principio pueden impedirla liberación de la ira, no le ayudan a controlarla, pues también implican su impotencia, lo cual, paradójicamente, aumenta la ira que usted desea reducir, y el resultado puede ser una ira crónica. El ejercicio 18 utiliza la suposición de que no tiene usted que aceptar lo que le irrita, sino más bien que quiere aceptarlo porque desea conservar su empleo. Reconocer esto le permite experimentar ira y, no obstante, mantener las cosas en perspectiva, como gajes del oficio. "No me gusta, pero aprenderé a habérmelas con eso" es mucho más productivo que "No puedo hacer nada al respecto; a fin de cuentas, no es tan malo". Esta última afirmación niega la ira, mientras que la anterior se orienta hacia la tarea: "Puesto que estoy enfadado y quiero mantener mi empleo, ¿qué puedo hacer al respecto para que eso no vuelva a ocurrir?" Esta actitud proporciona el impulso necesario para convertir su activación airada en energía, de modo que pueda elaborar una estrategia de control.

La puesta en práctica
Estar orientado hacia la acción significa esperar que, en la mayor parte de los casos, la provocación no se resolverá por sí sola. Se requiere una acción basada en un plan para resolver la provocación y evitar que vuelva a producirse. Al estar orientado hacia la acción, es usted quien acepta la responsabilidad de controlar la provocación.

Cuando la ira arruina su situación laboral
Esta sección le facilitará práctica para el tratamiento de las provocaciones en el ambiente laboral, exponiéndole a las cinco situaciones más frecuentes provocadoras de ira asociadas con el trabajo. Pensar en una estrategia de control para cada una de ellas contribuye a desarrollar su habilidad para usar la ira estratégicamente.

Las provocaciones descritas se basan en datos obtenidos de más de 3.500 individuos que completaron el formulario de control de la ira o han participado en seminaríos de control de la ira, talleres o clases. Se ha descubierto que las provocaciones son comunes en todos los ambientes laborales, tanto si se trata de grandes multinacionales como de organismos estatales, pequeñas empresas o diversas instituciones, y se clasifican como abusivas, injustas o ambas cosas a la vez. Más importante aún es el hecho de que reflejan unas percepciones fidedignas de la realidad de la situación. Así pues, no se pueden abordar con el sencillo método de las afirmaciones de afrontamiento para el control de la ira o adquiriendo expectativas realistas (aunque eso sirva de ayuda), sino que requieren unas estrategias de intervención directa.

Provocación número 1: Quedar postergado. "No puedo soportar que me ignoren de esa manera."

Aunque intentemos destacar individualmente, nuestro trabajo implica a otras personas. Para la mayoría de las personas, es un esfuerzo de grupo, pero resulta muy dificil integrarse en el grupo si éste le rechaza a uno. Quedar postergado en el trabajo, o no ser aceptado por los compañeros, provoca la ira por dos motivos: 1) Impide hacer el trabajo de la manera más eficaz, y 2) amenaza nuestra necesidad de sentirnos integrados. También se experimentan sentimientos de agravio. ¿Qué haría usted?

Provación número 2: El jefe crítico. "Me está desairando continuamente, y casi nunca me dice que hago las cosas bien. Tengo la sensación de que no me aprecia. Sólo pensar en él me sulfura."

Tener un jefe crítico es enojoso porque significa estar sometido diariamente a una crítica destructiva. Es injusto y nos sentimos maltratados. La reacción típica es una respuesta airada, pero como el entorno laboral inhibe la expresión de la ira hacia nuestro jefe, la reprimimos y nos sentimos más airados. Tendemos a desquitarnos de nuestro jefe adoptando una actitud que es a la vez pasiva y agresiva. Hacemos todo cuanto requiere nuestro trabajo, pero ni un ápice más. Contrarrestamos la ira refrenando el entusiasmo, la imaginación y el apoyo. Sin embargo estas acciones proporcionan al jefe más motivos de crítica. ¿Qué haría usted?

Provocación número 3: No obtener la promoción deseada. "He trabajado con ahínco. Me merezco ese ascenso."

He aquí algunas maneras populares de afrontar esta provocación.

•Agitarse y quejarse a los ,compañeros.
•Hacer que todo el mundo sepa que le han privado de lo suyo.
•Reprenderse a sí mismo.
La mayoría de la gente elige las tres maneras de responder, sin sacar de ello más que resentimiento, celos y quizá la futura pérdida de promoción. ¿Qué haría usted?

Provocación número 4: Ser calumniado por compañeros de trabajo. "Cuando oí lo que decían de mí, me subí por las paredes. Estuve a punto de presentar la dimisión."

Ser víctima de falsos rumores es una causa constante de ira, abusiva e injusta. Y con frecuencia los rumores causan un daño irreparable. La ira está justificada. ¿Qué haría usted?

Provocación número 5: Tratar con el jefe incompetente. "Ese tipo es estúpido e incompetente."

No cabe duda de que la situación más frecuente y más provocadora de ira es tener que tratar con un jefe incompetente, cuyas deficiencias bloquean su necesidad de realizarse en el trabajo y entorpece la actividad de la empresa.

Cómo utilizar la ira para mejorar su trabajo
He aquí algunas estrategias directas de eficacia probada para el control de las provocaciones indicadas. Preste atención a la manera en que los objetivos producen las estrategias.

Provocación número 1: Quedar postergado

Objetivo: Participar en el grupo y lograr la aceptación de éste.

Estrategia de control: En primer lugar, examine su propio comportamiento para ver si es usted mismo quien precipita su propio rechazo. Por ejemplo, si sus compañeros de trabajo hablan con frecuencia de personas y lugares que le son desconocidos, el hecho de que permanezca sentado en silencio y sintiéndose incómodo será considerado probablemente como indiferencia, o si usted habla siempre de cosas que hace y que les excluyen a ellos, puede dar la sensación de esnobismo, o de que no desea integrarse en el grupo. Puede emprender dos acciones.

1. Recalcar verbalmente las experiencias importantes que comparte con ellos. Por ejemplo, si a una enfermera la postergan las demás enfermeras de su planta, puede lograr la asimilación por parte del grupo haciendo hincapié en los estudios y las experiencias laborales comunes. Las experiencias compartidas nutren la cohesión. Esto contrasta vivamente con la actitud de quejarse a la supervisora de que nadie le hace caso, o decir airadamente a los miembros del grupo que no le gusta su manera de tratarle. Esta última táctica no hará más que aumentar la resistencia del grupo a aceptarle.

2. Haga un esfuerzo directo para integrarse en el grupo. Sea amistoso. Por ejemplo, si el grupo sale a almorzar, no espere a que le inviten a acompañarles. Usted puede tomar la iniciativa y decir: "~,Os importaría que hoy vaya con vosotros?" Aunque su compañía no guste a todo el grupo, quizá haya una o dos personas que le aceptarán.

Si aun siendo agradable, servicial y amistoso el grupo sigue sin aceptarle, ello puede ser señal de que el mismo grupo está alterado. Tal vez falta equipo o personal en el departamento, y eso puede ocasionar presión, tensión e ira. Tal vez el gerente o los miembros de grupo están "atascados", atrapados en puestos de trabajo que son callejones sin salida, con pocas perspectivas de progreso. Estas situaciones engendran inquietud, celos, fricción y chismorreo. El grupo "atascado" tiende a convertirse en una camarilla, leal a sus miembros y hostil a los de fuera. Sustituyen con la satisfacción social las oportunidades de trabajo que no tienen y definen el éxito como la pertenencia a la camarilla; pueden ejercer el único poder que tienen manteniéndole a usted al margen o desairándole al negarse a compartir información o pericia. Ésta puede ser la ocasión para efectuar un movimiento lateral, haciéndose transferit a otro departamento o cambiando de empleo.

NOTA

La integración en un grupo no siempre implica que se haga hincapié en las experiencias comunes o mostrarse amistoso. Hay muchas formas creativas de hacerlo. Jane Pauley, corresponsal de The Today Show, nos cuenta cómo se integró en su grupo laboral.
"La geografia cuenta en el lugar de trabajo. Yo tenía un despacho escondido en un recodo, a trasmano. Era el único de los veinte despachos a cuya puerta la gente se sentía obligada a llamar. Recientemente, cuando quedó vacante otro despacho, me trasladé y me puse a disposición de los demás. Ahora estoy muy integrada, así que la gente sabe lo que ocurre dentro de mi despacho y yo sé lo que hay afuera." Hoy es una atleta de la ira.

Provocación número 2: El jefe crítico

Objetivo: Hacer que su jefe se dé cuenta de que parte de sus comentarios destructivos no son válidos y hacerle ver los méritos de su trabajo.


Estrategia de control: Se trata de "estructurar" el proceso de crítica de tal manera que obligue a su jefe a considerar su trabajo de un modo más amplio, reconociendo así su mérito de conjunto.

Dígale a su jefe que valora las críticas que le hace y pregúntele sí podrían reunirse periódicamente en privado para examinar su trabajo. Es posible que en las dos primeras reuniones su jefe tenga una larga lista de cosas que usted hace mal, pero a medida que se vayan reuniendo empezará a observar las muchas cosas que hace bien y es muy probable que tome conciencia de su hábito contraproducente.

En efecto, usted controla su ira ayudando a su jefe a cambiar de conducta, "obligándole" a dejar de concentrarse en errores aislados para juzgar su competencia desde una perspectiva más amplia. Este procedimiento se consolidará cuando su jefe empiece a ver que la crítica productiva mejora el trabajo de usted... y el suyo propio. La otra cara de la moneda es que, al requerir "reuniones críticas", usted indica que está dispuesto a aceptar la crítica negativa de una manera productiva y que es capaz de hacerlo. Esta estrategia le ayuda a desarrollar una relación de mutuo apoyo con su jefe y hace que su trabajo sea más fácil y mucho más satisfactorio.

Provocación número 3: No conseguir la promoción que se merece

Objetivo: Aumentar sus posibilidades de conseguir la promoción la próxima vez.

Estrategia de control: Es un tópico, pero cierto: no sirve de nada lamentarse inútilmente. Rumiar en cómo le engañaron no va a ayudarle, ni tampoco es probable que logre lo que desea amenazando con dimitir (puede hacerlo, pero, ¿y si le sale el tiro por la culata y aceptan su dimisión?). Utilice su ira productivamente haciendo lo siguiente:

o Pregunte amablemente a su jefe por qué no le han promocionado y qué ha de hacer para ser el candidato principal a promoción la próxima vez que exista otra oportunidad. Entonces escuche... no discuta ni presente excusas. Tome nota y diga que actuará en consonancia con lo que le ha dicho, cosa que, naturalmente, cumplirá. (Sólo podrá dar este paso si controla su activación airada.)

o Llame la atención a su jefe sobre sus aspectos positivos. Prepare una lista cuidadosa de sus cualificaciones. Comente estos aspectos y entregue la lista a su jefe. La próxima vez que haya oportunidad, es muy probable que el jefe le tenga presente como candidato. Si ha obrado con tacto y ha presentado una buena lista, incluso es posible que su jefe sienta que está en deuda con usted por no haberle promocionando antes, y quizá le aumente el sueldo, le dé un cargo mejor o tenga con usted alguna otra consideración.

o Si no le tienen en cuenta repetidamente para las promociones que se merece, la mejor manera de controlar su ira es canalizar la energía en su trabajo, mejorando la calidad y la cantidad, haciendo que su jefe confie en usted. Una vez consiga esto, estará en condiciones de forzar una promoción. Si esto no surte efecto, continúe en su puesto mientras busca otro empleo que sea digno de usted.

Si sigue estos pasos, utiliza su ira como una fuente de energía positiva para lograr la promoción, en vez de serlo de energía negativa que no sólo empeora las cosas sino que le impide también promocionarse en el futuro. Actuar productivamente crea una actitud positiva, y el resultado suele ser una sensación de bienestar.

Provocación número 4: Ser calumniado por compañeros de trabajo

Objetivo: Detener los rumores actuales y evitar los futuros.

Estrategia de control: Tiene dos opciones. Primera, hacer caso omiso de los rumores, lo cual será una estrategia eficaz si realmente no le importa lo que piensen los demás y si los rumores no afectan a su rendimiento laboral, sus progresos y su satisfacción en el trabajo. No obstante, si cualquiera de estos tres aspectos del trabajo está amenazado (cosa que ocurre casi siempre), la segunda estrategia de eliminar el rumor es más apropiada. Su objetivo aquí es utilizar la ira productivamente para defenderse. He aquí lo que ha de hacer para eliminar un rumor:

Buque el origen del rumor. Pregunte a cada persona dónde lo ha oído, empezando por quién se lo haya dicho primero. Antes de separarse de cada uno, dígale: "Te agradeceré que no extiendas este rumor, sobre todo porque sabes que no es cierto. Sé que no eres la clase de persona que propagaría un rumor falso. Gracias." Enfréntese al rumor. Hágalo en el caso de que llegue a la fuente del rumor:

1.Exprese su sentimiento. Utilice afirmaciones personales y su RR.
2.Trate de averiguar lo que motivó el rumor. ¿Fue algo que usted dijo o hizo? No discuta.
3.Demuestre su comprensión e interés parafraseando lo que ha oído y expresando de nuevo sus sentimientos.
4.Pregúntele cómo se sentiría él si estuviera en su lugar.
5.Déle la mano y muéstrese optimista.
Al final la gente dirá lo que quiera a quien sea. Quizá su mejor estrategia sea esforzarse por tener unas buenas relaciones con todo el mundo.

Sara Weddington, ayudante del presidente de Estados Unidos, ílustra un aspecto clave del tratamiento de quién inicia un rumor: "Me enfadaba muchísimo al oír decir a alguien que yo había hecho tal o cual cosa, lo cual era totalmente falso. En ocasiones me he enfrentado a la persona en cuestión y le he dicho: "Te he oído decir esto y lo otro. Quiero que sepas cuáles son los hechos; sé que no querrías extender falsos rumores". Quizá eso es exactamente lo que quieren, pero es preciso encontrarles una salida. El viejo sistema chino de salvar las apariencias no ha perdido vigencia en el mundo del trabajo". Los presidentes conocen el valor de trabajar con atletas de la ira.

Provocación número 5: Tratar con el jefe incompetente

Objetivo: Lograr que sea más competente.

Estrategia de control: Como no puede despedir a su jefe, el mejor plan consiste en utilizar su posición a fin de aumentar el éxito de todos. Su objetivo específico es el de minimizar cualquiera de sus efectos perjudiciales y utilizar su presión laboral para poner en practica proyectos importantes. Una forma de lograrlo estriba en convertir a su jefe en un aliado, de modo que sea receptivo a sus observaciones. Sea amable, muéstrese respetuoso y utilice una variante de la supervisión consultiva. Pregúntele qué opina de su trabajo, lo cual le permitirá instruirle al comentar sus ideas. Señale los beneficios de poner en práctica ciertos conceptos, de modo que use el poder que le confiere su cargo para el progreso de la empresa y los empleados. No deje de agradecerle su crítica productiva. Con el tiempo, cultivara una relación productiva y él no tendrá inconveniente en pedirle consejo. Al final es posible que tenga que tratar con un subordinado incompetente: su "jefe".

miércoles, 8 de junio de 2011

Violencia de género: deconstrucción de un concepto

La violencia en pareja se ha constituido políticamente como bandera de la violencia de género, el icono más visible del efecto de una tradición machista y agresiva contra la mujer, la llamada en los medios “violencia machista” o “violencia de género”.
Violencia de género: Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada (“Artículo 1 de la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Naciones Unidas, 1994).
Desde la psicología y otros ámbitos de intervención psicosocial se ha “aceptado” un enfoque técnico con una base ideológica: la defensa de la mujer victima ante la violencia de género y la censura al hombre maltratador. Ese enfoque es sin duda necesario históricamente y un acto de justicia política y social a la realidad de los derechos y la visibilidad de la mujer en la sociedad. No obstante, es necesario denunciar que la monopolización absoluta de los recursos asistenciales de violencia públicos, bajo la perspectiva única de la violencia de género tiene efectos colaterales negativos.
En primer lugar en enfoque de la violencia de género centra el foco de atención en la dinámica de pareja. La violencia domestica o violencia intrafamiliar, conceptos que hacen referencia a cualquier dimensión de la violencia que tiene lugar en el contexto de una unidad de convivencia, queda relegado a ser sólo un concepto teórico.
La realidad política y asistencial excluye la violencia domestica del sistema de atención.
En una unidad familiar actual, existen muchas manifestaciones posibles de violencia intrafamiliar, en múltiples direcciones y dimensiones, pero muchas de ellas no encuentran la puerta de acceso a un sistema asistencial (diseñado para atender la violencia del hombre a la mujer en un contexto de pareja estable). únicamente pueden recurrir al marco legal que regula desde lo penal los delitos de agresión.
Es necesario recordar que existen otras victimas que al igual que la mujer maltratada, necesitan un sistema de apoyo psicosocial para poder detener una situación de violencia. En mi experiencia en servicios sociales, se me hace visible la punta del iceberg de una realidad ignorada; cuando una vecina denuncia que sospecha malos tratos hacia un anciano por parte de su familia, o cuando desde Salud mental nos comentan que una paciente con esquizofrenia refiere tratos vejatorios por parte de la hermana con la que convive, o cuando los mediadores interculturales nos hablan de un joven ecuatoriano sin papeles al que su primo acoge en casa a cambio de favores sexuales, o una madre que sufre agresiones por parte de su hija, o cuando desde una asociación nos muestran su preocupación porque un hombre con retraso mental muestra señales físicas de golpes… o cualquier persona con un situación de inferioridad que es victima de violencia y no cuenta siquiera con la capacidad de denuncia, ni con la credibilidad para hacerlo.
En segundo lugar, la violencia de género parte de la base de la mujer como victima y el hombre como agresor. Negando la realidad de dinámicas de pareja donde las agresiones mutuas son frecuentes y dejando sin credibilidad a los casos de maltrato donde es la mujer la que ejerce violencia hacia el hombre.
Sitúa la intervención con los llamados “maltratadores” en un lugar de polémica social; negando la importancia del acceso a los recursos para todos los implicados en una dinámica de violencia, puesto que todos ellos manifiestan la necesidad de ayuda por su forma de establecer vínculos y manejar conflictos.
En tercer lugar la violencia de género, contextualizada en la pareja heterosexual estable, deja fuera otras violencias ejercidas en relaciones no estables o no heterosexuales.
La violencia en las parejas del mismo sexo, es una realidad invisible. Cuando una persona homosexual sufre malos tratos en su pareja, queda fuera del sistema de atención a la violencia domestica; pues la totalidad de los recursos trabajan desde la perspectiva de género, y para que exista violencia de género hace falta una mujer victima y un hombre agresor.
Cuando la afectada es lesbiana, puede ser atendida en algún recurso para mujeres, si el profesional encargado se toma la molestia de “pelearse” para conseguirlo; pero cuando la victima es un hombre homosexual, no accede a ningún recurso de violencia domestica. No hay recursos asistenciales para hombres. No hay mujer y por tanto no hay violencia de género. Se trata como un caso de agresión por vía penal, no entra en el sistema de atención psicosocial.
Es evidente que el maltrato en pareja responde a un proceso afectivo y relacional complejo, que necesita apoyo profesional y ayuda para romper la dependencia. Sin embargo un hombre homosexual únicamente tiene derecho a denunciar la agresión física por vía penal. El resto de “violencias” no tienen espacio en el marco legal ni asistencial; es una persona adulta que se relaciona voluntariamente con otra y que tiene problemas de convivencia, es un asunto privado. Además al igual que le sucedía a la mujer hace 30 años, al denunciar puede encontrarse con la vergüenza de ser ridiculizado o simplemente ignorado por los responsables de ayudarle.
Una vez más los recursos institucionales se van adaptando a las necesidades de los ciudadanos de forma lenta y mientras tanto la realidad es invisibilizada y relegada a lo privado. No tiene sentido el dramatismo ni la demagogia, pero si la denuncia y la acción.
Reivindico la importancia y acierto del enfoque de género en la violencia en pareja, y la necesidad del concepto de "violencia de género" como marco de intervención absolutamente imprescindible; pero igualmente denuncio el uso político de esta realidad y el silencio técnico por parte de los profesionales, ante la ausencia de recursos de violencia domestica. Una realidad mucho más amplia que la violencia de género que carece de la dignidad y consideración que afortunadamente hoy tienen las victimas de violencia de género.
Es labor de los todos/as y especialmente de los profesionales, responsabilizarnos de nuestra capacidad para defender los derechos de personas que no pueden defenderlos por si mismas.

viernes, 15 de abril de 2011

Desarrolla tu asertividad

El desarrollo de la Asertividad va a requerir de dos procedimientos fundamentalmente: el cambio de esquemas y pensamientos no asertivos y la exposición y práctica de comportamientos asertivos. Si piensas de manera asertiva y te atreves a exponerte a las situaciones atreviéndote a ser más asertivo tenemos grandes posibilidades de que tu vida cambie de manera importante, mejorando las relaciones, aumentando tu autoestima y teniendo más estímulo para alcanzar tus metas personales. A continuación podrás ver los pasos a seguir para desarrollar tu asertividad:

1.- Autoobservándome:
El primer paso para cambiar los comportamientos no asertivos es identificarlos con claridad. Saber exactamente cuándo, cómo, cuánto, con quién y en qué circunstancias se dan nuestros comportamientos no asertivos. Hay que tomarse un tiempo entre 3 y 4 semanas para observar tanto nuestros comportamientos externos como las interpretaciones que hacemos de ellos.
Los acontecimientos no asertivos pueden ser externos como conflictos con los demás, circunstancias que se dan en el trabajo, los estudios, la pareja, la familia o los amigos, o también eventos internos del tipo recuerdos negativos del pasado o imágenes preocupantes de acontecimientos venideros. Anota a continuación el tipo de pensamientos que ese acontecimiento te ha suscitado, no te preocupes de ser exacto en ellos, es suficiente con que describan más o menos la tendencia de tus pensamientos. Y finalmente escribe la emoción que experimentas, puede ser ansiedad, miedo, estrés, angustia, tristeza, rabia, etc., y apunta la intensidad de esa emoción dándole un valor de 0 (nada) a 100 (la emoción más intensa de mi vida).
Este registro de pensamientos automáticos deberás practicarlo durante varios días hasta que puedas tomar clara consciencia de cómo interviene la interpretación de los acontecimientos no asertivos en la generación de tus diferentes estados emocionales. Es fundamental que seas honesto y claro contigo mismo, que no te autoengañes, y aunque te provoque cierto malestar el centrarte en los acontecimientos negativos de tu vida, no te olvides de que para cambiar algo antes hay que conocerlo que es lo que estás empezando a hacer. Una vez que hayas tomado consciencia de la relación entre el grado de credibilidad de los pensamientos negativos y la intensidad de emociones negativas pasa a la siguiente fase.

2.- Cambiando mi manera de pensar:
Una vez identificados con claridad los comportamientos no asertivos con sus correspondientes interpretaciones asociadas ya podemos debatir si éstas son correctas o distorsionadas. Si éstas no se atienen a la lógica, al sentido común ni a la auténtica realidad de las cosas, si no que son exageraciones, dramatizaciones y fantasías muy perjudiciales, entonces no tenemos duda que estamos ante interpretaciones irracionales.
Las distorsiones o irracionalidades no asertivas pueden ser combatidas por 3 métodos:
• Identificando el tipo de distorsión lógica y construyendo su alternativa racional lógica tal y como puedes leer en Método para cambiar los pensamientos negativos.
• Identificar las ideas irracionales básicas y cambiarlas por sus alternativas racionales tal y como puedes leer en Los pensamientos irracionales de Albert Ellis.
• Identificar las ideas y comportamientos no asertivos para a continuación aplicar el derecho asertivo omitido.
Para mayor facilidad de manejo de la técnica de cambio de pensamientos no asertivos vamos a utilizar en esta ocasión sólo el método 2 y el 3 (tu puedes, si así lo deseas, incluir el 1).
Hasta ahora estás haciendo un trabajo racional que te descubre tus errores de planteamiento y de interpretación pero aún no te los acabas de creer. No te preocupes, es lo normal, todavía nos queda el trabajar con las alternativas racionales a los pensamientos distorsionados.
Estas alternativas deberás trabajarlas revisando despacio tus errores, para ello te es útil leer las alternativas racionales en Los Pensamientos Irracionales de Albert Ellis, así como los Derechos Asertivos. Finalmente puedes construir en tu registro otra columna donde escribas las alternativas racionales y apliques los derechos asertivos omitidos.
El trabajo de encontrar las alternativas racionales es la fase más importante de todo el proceso y deberás aplicarte a fondo y sobretodo con continuidad ya que es esa la única forma de cambiar los esquemas irracionales a lo que has hecho caso durante toda tu vida. Es por lo tanto una transformación de tu manera de pensar lo que estás realizando.
Te puede ser útil que resaltes y subrayes los pensamientos alternativos y derechos asertivos más eficaces.

3.- Reduciendo la ansiedad.
Es frecuente activar la ansiedad cuando tenemos que dar una respuestas asertiva a la que no estamos acostumbrados. A veces es tal la intensidad de la ansiedad que es fácil que se produzca un bloqueo o una interferencia importante en la comunicación. Si tal es tu caso deberás trabajar las técnicas de relajación. Para ello lee y práctica los Métodos y Técnicas de Relajación.

4.- Aprendiendo respuestas y estrategias asertivas:
- Respuestas asertivas:
• Asertividad Positiva: Consiste en expresarle algo positivo a otra persona, por ejemplo, "me gusta como lo has hecho", "te considero muy valioso para mí" o "te agradezco que te hayas acordado de mi".
• Respuesta asertiva espontánea: la das cuando te ves "pisado" por otros, cuando te interrumpen, te descalifican o te desvalorizan. Por ejemplo, "déjame que acabe y después hablas tú", "no necesito que me digas lo que he de hacer", "no me gusta que me critiques". Estas respuestas son dadas con voz firme y clara pero no agresiva.
• Respuesta asertiva escalonada: cuando la persona no se da por aludida a pesar de nuestros mensajes asertivos, se hace necesario aumentar escalonadamente, con paciencia y firmeza, nuestra respuesta inicial.
• Respuesta asertiva empática: se trata de ponerse en el lugar del otro para darle a entender que comprendemos su punto de vista y desde ahí hacerle comprender el nuestro. Por ejemplo: "Comprendo que tienes mucho trabajo pero necesito que cumplas tu compromiso conmigo".
• Estrategia asertiva de los 4 pasos: Es una de las más eficaces estrategias para conseguir resolver los conflictos en las relaciones. El primer paso es identificar el comportamiento que no nos gusta, el segundo paso es comunicar lo que ese comportamiento nos hace sentir, el tercero es mostrar nuestra preferencia por otro tipo de comportamiento y el cuarto es reforzarle a esa persona si cambia y hace lo que le pedimos. Por ejemplo:
 "Cuando tu me gritas..."
 "me haces sentir mal..."
 "por ello, te ruego moderes tu tono de voz"
 "y yo te haré más caso a lo que me digas."
• Respuesta asertiva frente a la agresividad o la sumisión: Se trata de hacerle ver al otro las consecuencias que tiene en mí su comportamiento y sugerirle otro más adecuado. Por ejemplo, una persona agresiva que trata de imponer su punto de vista "Veo que estás enfadado y no me escuchas, ¿por qué no te paras un momento y escuchas lo que te quiero decir?. Otro ejemplo con una persona de naturaleza inhibida: "Como no te expresas, me confundes un poco, ?no podrías comentarme tu punto de vista?".
Estrategias asertivas para afrontar las discusiones:
• Técnica del disco rayado: se trata de repetir el mismo argumento una y otra vez, de forma paciente y tranquila sin entrar en discusiones.
• Banco de niebla: se le da la razón a la otra persona, pero evitando entrar en mayores discusiones. Se le dice en un tono de voz calmado y convincente transmitiéndole a la otra persona que lleva parte de razón en lo que dice.
• Aplazamiento asertivo: se pospone la discusión para otro momento donde se controle más la situación.
• Relativizar la importancia de lo que se discute: se trata de hacer ver que a veces es más importante no entrar en discusión y comprender que ésta no lleva a ningún lado. Por ejemplo, interrumpir una discusión con algún comentario del tipo "Quizás esta discusión no tiene tanta importancia como le estamos dando".
• Técnica de ignorar: no se le sigue la discusión al otro pero a través del lenguaje verbal y no verbal se le trasmite que no es una desconsideración el ignorar el tema de discusión.
• Técnica de diferenciar un comportamiento de un modo de ser: se le hace ver al otro que aunque incluso uno pueda haber cometido un error, eso no implica que es una mala persona. Por ejemplo, "Aunque hoy haya llegado tarde, eso no quiere decir que sea impuntual".
• Técnica de la pregunta asertiva: se parte de la idea que la crítica del otro es bienintencionada (aunque no lo sea). Se le hace una pregunta para que nos clarifique lo que hemos hecho mal y cómo podemos hacerlo bien. Por ejemplo, "Cómo quieres que cambie para que esto no vuelva a ocurrir".

5. Práctica de las estrategias asertivas.
Para adquirir los hábitos y estrategias de respuesta asertiva deberás seguir los siguientes pasos:
• Describe clara y concretamente los comportamientos que necesitas mejorar, por ejemplo: "Decirle a X. que no quiero acompañarlo". Haz una lista con todas las situaciones en las que necesitas ser más asertivo (te puede ser útil la lista de ejercicios para el desarrollo de la asertividad).

• Valora en una escala imaginaria que va del 0 al 10 el grado de dificultad que te supone afrontar asertivamente esas situaciones que has descrito en tu lista. Ordena tu lista desde la situación de menor dificultad a la de mayor.

• Escoge y empieza por la de de menor dificultad y escribe las respuestas asertivas que te gustaría practicar en esta situación. Si no se te ocurre ninguna imagínate a una persona asertiva ante la misma situación, ¿Qué diría?, ¿ Cómo se comportaría? Si aún no se te ocurre nada consulta directamente con alguna persona que tenga buenas dotes asertivas.

• Ensaya estas respuestas asertivas de viva voz tu solo, ante una grabadora , videograbadora o ante una persona de confianza que te pueda apoyar. También puede realizar el ensayo de manera imaginaria (ver ejercicio de cambio emocional de nuestras vivencias).

• Practica en la realidad la situación elegida. Cuantas más veces la puedas repetir, más adiestramiento asertivo estarás alcanzando. Cuando te sientas seguro en esta situación pasa a practicar la siguiente en tu lista de situaciones.

miércoles, 6 de abril de 2011

Psicología práctica: cómo mejorar tus relaciones laborales

Hoy día, en un momento de crisis económica no sólo el estrés y la ansiedad afecta a los parados sino también a aquellos trabajadores que sienten la incertidumbre que brota de un sistema laboral inestable e incierto. De hecho, muchas personas que desearían poder cambiar de empleo sienten la necesidad de seguir en la misma empresa ante la escasez de ofertas laborales publicadas en las bolsas de empleo.
Por ello, esta sensación de inseguridad también se contagia al día a día de la rutina en la oficina puesto que la rivalidad entre los compañeros e incluso, la envidia también puede aumentar y producir consecuencias negativas en forma de desconfianza. Más allá de cómo sea el entorno lo cierto es que merece la pena que cada trabajador se esfuerce por dar lo mejor de sí mismo cada día en el trabajo y no sólo a nivel de rendimiento, sino también, a nivel humano. Es decir, debes mostrarte receptivo y comprensivo ante las dudas e inquietudes de tus compañeros.
Un conflicto no es un problema que no se pueda resolver, al revés, un conflicto es una oportunidad para la superación personal. En general, cualquier conflicto tiene su solución inmediata en el diálogo. Al menos, la palabra es el mejor punto de encuentro para poder trabajar en armonía con el resto de compañeros y también, con el propio jefe. De hecho, el jefe debe de brindar ejemplo también con su comportamiento.
A la hora de mejorar tus relaciones con los compañeros debes asumir que eres una persona más en el equipo de trabajo, es decir, debes fomentar la humildad. Observa a los demás para aprender de ellos en sus puntos positivos. Y observa también para no cometer sus errores.
Algunos trabajadores también tienen la costumbre de fomentar los rumores o los cotilleos en el trabajo como un tema rápido y fácil de conversación. Sin embargo, este tipo de diálogo contamina el ambiente de forma negativa. Es decir, siempre debes trabajar con los demás desde el respeto y la empatía. La cooperación es una de las cualidades que te hará triunfar dentro del mercado laboral. La cooperación debe ir acompañada de la honestidad.
A lo largo de la vida laboral existen etapas de todo tipo, sin embargo, siempre debes perseverar en la conquista de tus objetivos.

martes, 15 de marzo de 2011

Tratamiento de la Fibromialgia

Teniendo en cuenta las características de la Fibromialgia, los abordajes terapéuticos integrales y multimodales constituyen la opción más válida en el manejo de la fibromialgia.

El hecho de que el tratamiento farmacológico no sea plenamente eficaz implica una elevada utilización, por parte de estos pacientes, de otro tipo de estrategias alternativas como: psicoterapia, fisioterapia, quiromasajes, acupuntura y ejercicio aeróbico.

Una de las modalidades más efectivas será la combinación de fármacos (sobre todo la combinación fluoxetina-amitriptilina), con tratamientos alternativos: conferencias, terapia conductual, técnicas para reducir el estrés, ejercicios aeróbicos y sesiones de apoyo para familiares, visitando de forma regular e individual al paciente, con una duración de 3 semanas a 6 meses. Existen estudios que confirman la eficacia de la terapia cognitivo-conductual, ya que enseña a reconocer y rehacer los pensamientos disfuncionales como los pesimistas e integrar mecanismos de afrontamiento eficaces en la vida diaria (en cuanto al dolor y el control de la enfermedad).

Con respecto al Tratamiento Farmacológico, hay un grupo de medicamentos, que actúan entre otros mecanismos de acción, aumentando los niveles de serotonina, y que mejoran los síntomas en un buen número de enfermos. Hasta el momento, se han empleado con cierto éxito la amitriptilina y la ciclobenzaparina. El primero de ellos, empleado a dosis más altas para tratar la depresión, tiene como principal función abordar el déficit de serotonina presente en la fibromialgia, al mismo tiempo que reduce el dolor y ayuda a conciliar el sueño.

En aquellos pacientes que presentan depresión asociada a la enfermedad se utilizan inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS,s), como fluoxetina, sertralina o paroxetina. Algunos de estos medicamentos producen efectos secundarios como nerviosismo o insomnio y, por ello, son asociados en ocasiones a antidepresivos tricíclicos.

Los objetivos a conseguir en el Tratamiento Psicológico de estos pacientes serán:
- Preparación psicológica del paciente
- Manejo psicoterapéutico del dolor y el estrés
- Disminución de los estados emocionales negativos que acompañan a las enfermedades crónicas, como la ansiedad, la depresión, la ira, la hostilidad, etc.
- Manejo efectivo de las variables de apoyo psicosocial
- Desarrollo de autoeficacia, autoestima y asertividad, y en un sinnúmero de variables psicológicas que se ven afectadas en la situación de enfermedad y que retroalimentan negativamente el estado de salud del paciente

La intervención psicológica en el comportamiento del paciente con una enfermedad crónica, a nivel cognitivo, emocional, conductual, y social, contribuye para un mejor afrontamiento de la enfermedad por parte del paciente, permitiendo una readaptación rápida, con la finalidad de comenzar una nueva faceta de vida igualmente satisfactoria, con la máxima calidad de vida que el curso de la enfermedad lo permita.

Una de las esferas que se ven afectadas es la Alimentación, que se puede ver alterada de forma importante, pudiendo incluso romperse el equilibrio biológico del organismo.

Existen alimentos que pueden ayudar a superar un estado depresivo, pero más difícil resulta encontrar nutrientes que intervengan en el proceso y desarrollo del dolor.
Pese a las dificultades halladas, la base de una alimentación adecuada es muy importante en el padecimiento de una enfermedad crónica.

No existe el alimento milagroso capaz de curar la Fibromialgia, como tampoco existe el fármaco prodigioso que pueda lograrlo. Para que el cuerpo sea capaz de mantener su homeostasis, su equilibrio, es preciso aportarle de forma regular una serie de nutrientes a partir de los alimentos. Por lo tanto, va a ser a partir de la combinación y proporción adecuada de los diferentes grupos de alimentos, de donde vamos a obtener aquello que el organismo precisa. Equilibrar la alimentación desde un punto de vista global, sabiendo que no sólo en la composición de los alimentos está su poder sino también en la textura, olor, color, sabor, temperatura... y suplementar con aquellos nutrientes que hemos visto más afectados en el proceso físico-emocional, serían la propuesta de alimentación en alguien ansioso, deprimido, o básicamente dolorido..., dentro de un marco de escucha de la persona, no del paciente.

Cualquier persona que desee mejorar su salud debe preocuparse, en primer lugar, por cuidar lo que come. Hoy en día nadie duda de la relación causa/efecto entre alimentación y cáncer o alimentación y salud cardiovascular. Es preciso tener en cuenta que los enfermos de Fibromialgia, y debido a las peculiaridades de su dolencia, pueden llegar a descuidar su alimentación. El tratamiento prescrito, el tener que soportar minuto a minuto la sensación de dolor y los problemas emocionales asociados son las causas de la pérdida de apetito. A ello se unen el insomnio, el cansancio y la depresión, que no hacen sino dificultar aún más el autocuidado.

Ejercicio y terapia física
Según múltiples estudios, ha quedado demostrado que la actividad física y deportiva es uno de los procedimientos que más pueden beneficiar a los pacientes con FM. Por lo que es una de las recomendaciones principales en esta enfermedad.
El hecho de realizar ejercicio físico, siempre adaptado a las capacidades del paciente, supondrá una mejora en la capacidad de tolerancia al dolor, el humor y facilitará el sueño reparador. Proporcionará relajación física y psicológica, ayudará a conseguir el peso adecuado, a mantener convenientes niveles en sangre de azúcar, colesterol y tensión arterial.
Se deben realizar de forma progresiva, tanteando la capacidad del paciente y su tolerancia al ejercicio. Dos formas de tratar la fibromialgia son estirar y ejercitar los músculos tensos y doloridos, y aumentar la capacidad cardiovascular (aeróbica). Los estudios muestran que ciertos programas de ejercicio aeróbico proporcionan una sensación de bienestar, una mayor resistencia y una disminución del dolor, en aquellas personas que padecen de fibromialgia.

Existen, por otra parte, una serie de técnicas para aprender a sobrellevar y controlar el dolor, aunque requerirán la ayuda de profesionales de la salud. Incluyen: técnicas de relajación muscular, meditación y técnicas de bioretroalimentación. Estas técnicas deben estar igualmente adaptadas a las capacidades del paciente.

Otra técnica muy apreciada por los pacientes de FM es el masaje. Consigue incrementar el flujo sanguíneo al músculo proporcionando relajación y mejorando su dolor y flexibilidad. La cura termal balnearia proporciona estos efectos a través del descanso físico y psicológico más la aplicación del calor o el ejercicio en los baños o en chorros-masajes.

No obstante, y a pesar de que se puede conseguir una gran mejoría en la calidad de vida de la persona con fibromialgia, en el momento actual no existe un tratamiento que produzca la curación definitiva de esta enfermedad.
Por ello, los pasos a seguir para el correcto tratamiento de la fibromialgia son:
- El diagnóstico firme
- La explicación de la naturaleza de la enfermedad
- La educación para evitar los factores agravantes
- El tratamiento de las alteraciones psicológicas asociadas si las hay
- El cambio y adecuación del comportamiento
- El ejercicio físico adecuado a las capacidades del paciente
- El tratamiento con medidas locales como infiltraciones y masajes
- El uso de analgésicos y otros medicamentos que aumenten la tolerancia al dolor