jueves, 11 de agosto de 2011

Depresión postvacacional

La depresión postvacacional se supera en varios días, según los psicólogos.Los principales síntomas de este síndrome son la tristeza, la falta de sueño y la ansiedad.

Son muchos los españoles que estos días vuelven de nuevo a su trabajo después de disfrutar sus vacaciones de verano. Algunos de ellos se enfrentarán a la temida depresión postvacacional, un síndrome que se sufre tras regresar a la rutina diaria.

Los psicólogos aseguran que se pasa "a los pocos días", tras un "breve" periodo de adaptación. La depresión postvacacional es más bien una "semidepresión" que afecta principalmente a jóvenes, mujeres y niños, y que se caracteriza por un sentimiento de tristeza, falta de sueño y ansiedad, afirman los expertos.

Se trata "de una semidepresión causada por un sentimiento negativo producido por la incorporación a una situación que no nos produce satisfacción y que se pasa, como mucho, en una semana". "No se trata tanto de la vuelta de las vacaciones como del trabajo en sí", ya que, según este experto, si una persona es valorada en su trabajo y realiza una labor creativa y satisfactoria "no tendría por qué costarle tanto incorporarse".

No se trata de una depresión como tal, ya que no necesita tratamiento y se pasa a los pocos días, pero si es cierto que determinadas personas padecen este síndrome, que se caracteriza por no dormir bien, episodios de ansiedad, taquicardias y tristeza. En unas personas es más acusado que en otras y lo padecen más aquellos que ya tenían problemas laborales antes de las vacaciones y la incorporación al trabajo se les presenta angustiosa.

Se recomienda a todos aquellos que hayan padecido los síntomas del síndrome que, para el año que viene, "anticipen en varios días, si es posible, el inicio progresivo a la actividad" y que consideren la vuelta a la rutina "como un problema pasajero que debemos afrontar adecuadamente".

Según Javier Sanz, doctor en Psiquiatría del Hospital madrileño 12 de Octubre, existe "un problema de concepto", ya que "considerar como patológica una reacción normal ante una situación que no nos satisface no es correcto y sí poco saludable para la población".

"Sentir tristeza, decaimiento, insatisfacción o infelicidad no quiere decir que se padezca una depresión, que es una enfermedad con un tratamiento y unos síntomas determinados", precisa Sanz.

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