jueves, 6 de marzo de 2014

Estrategias para organizarte mejor en tu trabajo



 http://www.medciencia.com/wp-content/uploads/2012/06/sobrecarga_trabajo.jpg


1. Primero planifica
Uno de los errores más frecuentes cuando uno tiene exceso de trabajo y funciona con altos niveles de presión y poco tiempo libre es llegar a la oficina o comenzar el día y lanzarse directamente a la acción, sin parar a establecer un plan y unas prioridades. Cuando uno está estresado y le falta tiempo tiende a pensar que estos espacios de planificación son una pérdida de tiempo, y sin embargo la experiencia y los estudios de expertos en gestión del tiempo demuestran que unos minutos para planear lo que se va a hacer puede reducir muchos más minutos de las tareas en cuestión, con lo cual es un tiempo muy bien invertido.

2. Divide y vencerás
Si uno se enfrenta a mucho trabajo al principio de la jornada, o de la semana, puede entrar en colapso o estresarse más de la cuenta si no divide sus proyectos en tareas, y sus tareas en micro-tareas más pequeñas. Para ello, la clave está en anotar todo lo que uno quiere hacer, y después dividirlo en pequeñas acciones, creando un árbol de tareas que permita establecer plazos más pequeños, y al mismo tiempo celebrar cada menos tiempo los pequeños resultados y éxitos, para seguir motivado para las tareas siguientes. Para ello, hay muchos programas de gestión de tareas, y aplicaciones de móvil que permiten auto-organizarse y dividir el trabajo.

3. Tómate pequeños descansos
Los estudios demuestran que la falta de descanso es uno de los factores más comunes en las bajas por depresión o el burnout de muchos ejecutivos. La técnica Pomodoro consiste en establecer períodos de trabajo de 25 minutos con descansos de 5 minutos, y establecer un descanso de 15 minutos cada cuatro pomodoros. Para ello, es clave que se planifiquen las tareas de cada media hora, y que se procure hacer descansos de calidad, donde realmente se aproveche para recuperar energía, desconectar del ordenador, salir al aire libre, comer algo o tener una conversación con alguien. Existe una aplicación web llamada Tomatoist que permite utilizar esta técnica.

4. Haz primero las tareas difíciles
Habitualmente lo primero que hacen un trabajador al comienzo de su jornada laboral es leer el correo, cuando es uno de los mayores factores de distracción y pérdida de eficacia en el trabajo. Los correos son una parte esencial de muchas profesiones, pero es recomendable dedicar tiempos menos productivos a la tarea de leerlos, ordenar la bandeja de entrada y contestar e-mails de poca importancia. Por tanto, salvo que se trate de un correo importante que requiera tiempo y dedicación, es preferible comenzar el día con tareas que requieran mayor complejidad y concentración, aprovechando las horas habitualmente más productivas, y dejar aquellas tareas menos importantes y más mecánicas y sencillas para tiempos del día en los que las personas suelen rendir menos o estar más ociosas, como después de comer, por ejemplo.

5. Conoce tus distractores habituales
Las personas pueden tener dos tipos de distractores, los externos y los internos. Los distractores externos son las personas o actividades que nos distraen de lo que estamos haciendo. Por ejemplo, un empleado que constantemente nos interrumpe cuando estamos trabajando para preguntar dudas, o el teléfono cada vez que suena una nueva notificación de whatsapp, etc. También hay distractores que provienen de nuestra propia mente, que son los internos, como no saber delegar, adelantarse con preocupaciones a problemas futuros, una excesiva necesidad de complacer a los demás o la parálisis por el análisis.

6. Establece plazos límite
No siempre puede calcularse lo que va a complicarse un determinado proyecto o tarea, sin embargo, al final necesitamos avanzar y cerrar temas, y por tanto, es esencial tener un plazo límite. Es frecuente que muchas personas definan un plazo deseado para realizar algo, y sin embargo, olvidan establecer un deadline, y esto provoca que cuando uno sobrepasa el plazo deseado deja de tener plazo, como aquel que va con el GPS a un destino, y cuando ya llega, no encuentra aparcamiento y entonces comienza a dar vueltas pero ya no tiene ninguna ruta. El plazo límite sirve para añadir un tiempo adicional al plazo deseado, y al mismo tiempo, evitar perfeccionismos excesivos o tendencias de procrastinación a la hora de trabajar.

7. Comunica tus cambios y necesidades a los demás
Hay una serie de personas con las que uno necesita coordinarse en el día a día laboral y personal, y dedicar un tiempo a explicarles la forma de trabajar y de organizar el tiempo que uno tiene facilita mucho su cumplimiento. Algunas de las formas en que uno puede comunicar su forma de trabajar con el tiempo pueden ser: crear una respuesta automática de correo electrónico para que las personas que escriban sepan que solamente se atenderán sus mensajes a unas horas determinadas, establecer un estado de whatsapp con horarios de entrada a la aplicación, o hablar personalmente con las personas clave explicando una serie de medidas y estableciendo consensos con cada una.

No hay comentarios: