El presente 2015 no está siendo de momento un año
fácil para Rafael Nadal.
Finalizado el primer trimestre del año, su balance es de 14 victorias
por 5 derrotas, un título en
arcilla (Buenos Aires) y varias eliminaciones tempraneras. Tras la
última, encajada frente a
Verdasco en Miami, el propio Nadal apuntó a problemas de orden
psicológico.
"Me siento más cansado de lo normal, no
tengo la confianza de que cuando golpeo la pelota la voy a mandar donde quiero.
Pequeñas cosas que son difíciles de explicar. Una de las más difíciles, el
juego, está arreglado. Ahora tengo que arreglar los nervios", dijo Nadal.
"He sido capaz de controlar mis emociones durante el 90 o 95 por ciento de
los partidos de mi carrera... Pero voy a arreglarlo, no sé si tardaré una
semana, seis meses o un año, pero voy a hacerlo", prosiguió.
"No es una cuestión de tenis, es una
cuestión de estar lo suficientemente relajado como para jugar bien en la
cancha. Mi juego en general ha mejorado y más comparado con el realizado hace
un mes y medio. Pero, al mismo tiempo, estoy jugando con demasiados nervios en
los momentos importantes", resumió el ganador de 14 Grand Slams.
Vaya por delante que no me parece que Nadal
atraviese una situación difícil. Simplemente debe afrontar una situación
inédita para él por el descomunal éxito de su carrera deportiva. Pero no es
menos verdad que ciertas derrotas crean cierta alarma entre sus aficionados y
que el mismo lleva tiempo sembrando dudas. En la previa de Buenos Aires, donde
sumó su título ATP número 65 y que le valió para superar a Borg o Sampras, se
despachó con unas declaraciones inquietantes: "No sé
si voy a volver a ser el mejor Nadal". Tiene dudas,
probablemente porque su cuerpo se está quejando.
PATRICIA RAMÍREZ (Psicóloga Deportiva):
“PARECE UN BLOQUEO POR EXCESO DE ACTIVACIÓN”
“Según sus propias declaraciones Nadal lo
achaca todo a los nervios, el estrés, la ansiedad… La confianza, la
tranquilidad y el estado óptimo para competir (que denominamos
‘AROUSAL’) es muy importante. Si uno está por encima de dicho nivel, es señal
de que hay un bloqueo motivado por la tensión. Si se está por debajo, el
problema es que el deportista tiene un exceso de relajación y le falta
implicación”, explica la psicóloga deportiva Patricia Ramírez Loeffler.
“De sus palabras se deduce que probablemente
Nadal atraviesa ahora un exceso de activación. Seguramente a causa de que los
resultados que desea no están llegando. En su caso, que es un tenista tan
trabajador y tan sumamente exitoso, se está enfrentando a algo a lo que no está
demasiado acostumbrado. Eso le hace focalizarse más en el error, lo que
incrementa los pensamientos negativos y la ansiedad”, continúa.
Para Patricia Ramírez “las soluciones deben pasar
por tres vías: acudir a técnicas de relajación y de visualización
(que ayudan a desactivar el sistema nerviosos simpático, responsable de
desencadenar la respuesta en forma de ansiedad), una orientación clara
hacia el disfrute (no pensar sólo en ganar sino centrarse en conseguir
sensaciones positivas con independencia del resultado) y un proceso de
reestructuración cognitiva. Éste último consiste en pensar únicamente
en las cosas que dependen de uno mismo, elegir pensamientos que provoquen
tranquilidad y que estén centrados en la tarea, en lugar de elegir pensamientos
relacionados con el fracaso y las sensaciones negativas”.
“¿Cómo debe ayudarle su equipo? ¡Quitándole
presión!. Que sienta que no ganar no es un problema, sino una etapa más. No
esperando nada especial. Obviando los resultados y centrándose en recuperar
sensaciones”, apunta.
¿ES EL PRINCIPIO DEL FIN?
Más pesimista parece Pablo del Río,
psicólogo deportivo en el CSD y con larga experiencia en el tenis,
para quien los mensajes de Nadal pueden hacen pensar que el balear ha
comenzado a preparar su retirada, aunque ésta pueda alargarse bastante
en el tiempo y en ningún caso sea inmediata.
“Rafa Nadal está soportando en los últimos años
una carga muy fuerte por las molestias físicas. Eso le impide disfrutar de lo
que hace. Acostumbrarse a vivir con ese dolor en los entrenamiento y los
partidos, es bastante desagradable. Cuando soportarlo es necesario para
sobrevivir, ese dolor es más llevadero y el organismo y el sujeto se adapta a
ello. Pero para alguien como él, que lo ganó todo, es normal que la motivación
se diluya y cambien los intereses y las motivaciones”, señala.
“Rafa Nadal es un portento psicológico. Tiene una
frase muy buena que yo le he robado y la uso con mis deportistas: ‘No
practiques hasta que salga bien, hazlo hasta que no salga mal’. Eso
dice mucho de su filosofía y lo que ha sido su carrera. Pero llega un momento
en la vida, con tantos logros cumplidos, y en el que lo principal debe ser
divertirse con lo que uno hace…. En otras palabras, cuando hay objetivos, hay
progreso. Pero cuando el objetivo es no tener molestias para poder entrenar al
100%, la situación cambia completamente. Él hizo unas declaraciones después de
ganar los dieciseisavos de final de Indian Wells ante Donald Young que son muy
significativas: Dijo algo como ‘nunca tuve miedo a tener que dejar el tenis.
Siempre he sabido que algún día va a pasar’. Y tiene claro que después lo que
quedarán serán las amistades reales. La familia y los amigos de siempre”,
subraya Del Río.
“La retirada de un deporista es un proceso
paralelo a la propia evolución deportiva. Ahora hay muchos contratos y mucho
dinero por medio, pero a mí no me sorprendería que en un momento
determinado, o a final de la temporada, diga que se retira. ¡Y no me gusta
jugar a profeta! Él ha ido dando mensajes con los que parece
estar preparando al público… Él es muy inteligente y sabe que la vida no es
sólo tenis, que puede vivir sin la fama y lo que le rodea. Sabe que todo eso es
pasajero. Y el día que lo haga lo hará de una manera natural, con suma
profesionalidad”, finaliza.
SIN RETIRADA A LA VISTA NI MIEDO A LA TIERRA
BATIDA
No obstante, Nadal también ha declarado que desea
seguir y que no teme a la tierra batida. "No
tengo nada que perder. En este punto de mi carrera gané ya suficientes cosas
como para decir que no necesito ganar más, pero quiero hacerlo. Quiero seguir
compitiendo así. Quiero seguir teniendo la sensación de que
puedo estar compitiendo por cada torneo que voy a jugar y tengo la motivación
para hacerlo… Obviamente la arcilla es la superficie en la que he tenido más
éxito y espero estar listo para volver a hacerlo". Sobre esta superficie
sigue teniendo una gran ventaja y ello podría ser clave para su autoestima.
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